lunes, 27 de junio de 2016

Los pájaros (Du Maurier, Hitchcock, Hunter)




Los pájaros
(Daphne du Maurier, Alfred Hitchcock, Evan Hunter)

Jesús Guerra

Los pájaros es un cuento largo, o una novela corta, de Daphne du Maurier (1907-1989), autora inglesa muy conocida en su momento gracias a varias de sus obras (novelas y cuentos) y a que algunas de ellas fueron llevadas al cine (y de hecho siguen adaptándose, a filmes, películas para TV y miniseries). Alfred Hitchcock dirigió tres adaptaciones de narraciones de Du Maurier: Jamaica Inn (1939, aunque la novela no aparece en los créditos), Rebecca (1940) y Los pájaros (1963).




Los pájaros es un cuento, digamos, de terror, que está un tanto olvidado en nuestros días, y que por varios motivos sería muy interesante que los lectores en general, y sobre todo los lectores jóvenes, conozcan. Les cuento algo del argumento: Poco tiempo después de terminada la Segunda Guerra Mundial, en un pueblo costero inglés, de granjeros, viven Nat Hocken, su esposa, su hija Jill y su hijo Johnny. Están a principos de diciembre y ese día Nat se da cuenta que ha cambiado el clima. Llegó de golpe el viento del Este, y con él un frío muy intenso. La casa de Nat y su familia está muy cerca del mar. Y ese día Nat está observado el cielo a medio día, y se da cuenta del cambio de clima, pero también de que hay muchos pájaros volando, muchos más que de costumbre. Él piensa que se debe al cambio repentino del clima que tomó de sorpresa también a las aves. Se acuerda que el día anterior un pájaro casi le golpeó la cabeza cuando él iba manejando el tractor.


Edición en inglés


Esa noche, en la madrugada, a Nat lo despierta un ruido en la ventana. Como cuando las ramas de los árboles pegan en el vidrio debido al viento, pero no hay árboles junto a la ventana de la recámara de Nat y su mujer, que está en el segundo piso de la casa. Se levanta para averiguar qué produce el ruido, y tiene que abrir la ventana porque afuera está completamente oscuro. Y al abrir la ventana entra un pájaro pequeño que le pica en la mano, y Nat lo saca de un golpe y cierra la ventana. Se da cuenta que tiene sangre en la mano por la picadura del pico del pájaro. Se vuelve a acostar, y más tarde lo despierta su mujer, que le dice que hay ruidos en la ventana. Ella no se había dado cuenta del incidente anterior. Nat vuelve a abrir la ventana, pero ahora no entra un pájaro, sino media docena. Vuelve a espantarlos a manotazos, y cierra la ventana. Pero ahora él está asustado pues se dio cuenta que los pájaros habían intentado picarle los ojos. Su esposa está asustada también. Entonces escuchan un grito de Jill, su hija. Encienden una vela, pero al abrir la puerta de su recámara la vela se apaga, y a oscuras se dirigen al cuarto de sus hijos, cuando escuchan que también el niño comienza a gritar. Abren la puerta del cuarto de los niños y casi sin ver se dan cuenta que hay varios pájaros en el cuarto, que entraron por la ventana abierta, que están volando y aleteando ahí dentro y atacando a los niños. Como puede, Nat saca a los pájaros del cuarto, mientras los niños corren con la madre al cuarto de sus papás. Ese comportamiento de las aves le resulta del todo desconocido.


Edición francesa


A la mañana siguiente, todo está normal, la niña se va en autobús a la escuela, y Nat va caminando a la granja vecina a ver si a sus dueños les ha sucedido algo semejante durante la noche. Pero tanto el granjero, el señor Trigg, como su esposa y el vaquero que trabaja ahí, Jim, le dicen que no saben nada de comportamientos raros de los pájaros. Nat se da cuenta que no lo toman en serio. Quizá creen que él estaba borracho la noche anterior. En la tarde, Nat sigue viendo muchos pájaros volando, así que decide ir hasta la parada del autobús, en la colina, para que su hija y sus amigas no caminen solas. Además, recoge los cadáveres de los pájaros que están en el cuarto de los niños, porque en su volar enloquecido en la recámara, muchos de ellos se quebraron el cuello golpeando contra las paredes y los muebles, y decide llevarlos a enterrar a la playa, pues por el frío, la tierra de la granja está muy dura para cavar un agujero. Y en la playa, Nat ve una cantidad extraordinaria de gaviotas, así que decide, al regresar, clavar tablas en todas las ventanas de su casa por si esa noche atacan los pájaros de nuevo. Más tarde, enciende la radio y escucha un boletín de prensa, en donde se menciona que ha habido ataques de aves en todo el país, y que nadie sabe qué causa ese comportamiento; le piden a la población que se encierre y se proteja pues los ataques parecen dirigidos especialmente a los humanos, y el locutor anuncia que al día siguiente se darán más noticias. Por supuesto, esa noche hay un ataque de pájaros, muchísimo más intenso que el de la noche anterior...




Y hasta aquí lo dejo. No les cuento lo que sigue. Los interesados deberían de leer el cuento, que a mí me parece espléndido. Este cuento se publicó en 1952, en el libro The Apple Tree, es decir 'El manzano', y fue adaptado para radio en varias ocasiones en Gran Bretaña durante los años 50, y luego también en 1974, y luego en 2008 y en 2010. Sin embargo, esta narración se hizo muy famosa a nivel internacional, en el año 1963, cuando el conocidísimo director de cine Alfred Hitchcock estrenó su versión cinematográfica basada en este relato. La película se llama también Los pájaros, película que ojalá hayan visto, y si no, les recomiendo que la busquen y la vean, porque es también espléndida y muy importante en la historia del cine.




Sin embargo, con respecto al argumento de la cinta hay algo interesante: Hitchock no hacía películas de terror sino de suspenso (a pesar de que tanto Los pájaros como su film anterior, Psycho [1960] fueron anunciados y se les ha considerado cintas que conjuntan el drama, el misterio y el terror). Así que, tal como está escrito el cuento, a Hitchcock no le servía (o quizá simplemente no le gustó el argumento). Entonces, aunque el relato aparece en pantalla acreditado como base del guión, en realidad lo único que tienen en común este cuento y la película es el hecho de que hay ataques de pájaros por motivos desconocidos, pero el argumento del film es completamente diferente. No sólo está cambiado en algunos aspectos, sino que es un argumento nuevo, creado entre el realizador, Hitchcock (1899-1980), y el guionista de la cinta, Evan Hunter (1926-2005; escritor norteamericano, dicho sea de paso, cuyo nombre original era Salvatore Lombino —nacido en Nueva York—, quien en 1952 adoptó legalmente el nombre de Evan Hunter pues funcionaba mejor para vender novelas policiacas, y quien publicó una gran cantidad de novelas con otro nombre, el pseudónimo de Ed McBain).


Cartel francés


El argumento de la película, muy resumido, es el siguiente: Melanie Daniels (Tippi Hedren) es una chica de sociedad que entra a una tienda de mascotas de San Francisco, a comprar un perico para una tía suya. Luego entra un hombre joven, Mitch Brenner (Rod Taylor) quien pretende que se equivoca y la confunde con una dependienta, pues quiere comprar una pareja de pajaritos de amor. Él es abogado y la reconoció debido a un incidente en una corte. Los pajaritos de amor son para la hermana menor de él, que cumple años en esos días. Se revela la broma y él se va. Pero a Melanie le gusta, así que investiga en dónde vive el abogado y compra ella la pareja de pajaritos de amor. Al día siguiente los lleva en su auto al pueblo cercano, Bodega Bay, en donde vive Mitch, y para que no la vean llegar por el camino, renta una lancha, cruza un lago y llega a la casa de Mitch. Entra y deja la jaula y una tarjeta. Y se va. Pero Mitch la ve y decide ir a su encuentro al otro lado del lago. Cuando Melanie está a punto de desembarcar, es golpeada en la cabeza por una gaviota. Mitch la lleva a un café, le atiende la herida y la invita a quedarse a la fiesta de cumpleaños de su hermana la tarde siguiente. Melanie acepta, se queda en la casa de la maestra de la escuela del pueblo, a quien conoció momentos antes y que resulta ser la exnovia de Mitch. Y justo en ese fin de semana se desencadenan una serie de inexplicables ataques de pájaros en el pueblo.


Póster italiano


Tampoco les cuento el final, para que vean la película, pero queda claro que los argumentos del cuento y de la cinta no tienen nada que ver, salvo, por supuesto, los pájaros y su extraño y violento comportamiento. En el libro Hitchcock/Truffaut, que es la versión definitiva de la famosa entrevista de Truffaut a Hitchcock cuyo título original, en la edición de 1966 era Le Cinéma selon Hitchcock (en español apareció como El cine según Hitchcock), en un momento en que hablan de esta película, Hitchcock comentó que era incapaz de recordar el argumento del cuento original, el cual leyó sólo una vez.


Título original en inglés



A partir de que salió la película, cambió el título del libro, y pasó de El manzano a Los pájaros y otros relatos, que es como lo pueden conseguir en español. Hay varias ediciones, y también se puede conseguir en ediciones digitales. Vale la pena que lean este cuento y, por supuesto, que vean también la cinta de Hitchcock.  



miércoles, 15 de junio de 2016

La maldición de Lono, de Hunter S. Thompson




La maldición de Lono
de Hunter S. Thompson

Jesús Guerra

Su nombre completo era Hunter Stockton Thompson. Nació en Louisville, Kentucky, el 18 de julio de 1937. Estuvo en el ejército, en donde trabajó en el departamento de información de la base Eglin, en Florida. Se le dio de baja honorable, básicamente por ser un rebelde, y entonces comenzó a trabajar como periodista deportivo. Tuvo muchos trabajos en periódicos y tuvo también muchos problemas en esos lugares. Para 1960 se fue a vivir a San Juan, Puerto Rico, para trabajar en una publicación deportiva, que no duró, pero eso le permitió viajar por el Caribe y Suramérica, en donde trabajaría luego como corresponsal para varias publicaciones de su país.

En 1963 se casó con su novia, Sandra Conklin, el matrimonio duró hasta 1980. En 1964 tuvieron a su hijo, Juan Fitzgerald Thompson. Luego se pasó un año acompañando a la famosa banda de motociclistas Hell's Angels, y publicando notas sobre este grupo, hasta que la banda se dio cuenta de que ganaba dinero escribiendo sobre ellos y, al parecer, le dieron una golpiza de antología (por lo menos eso dice la leyenda). Al año siguiente, la editorial Random House publicó su libro sobre el tema, Hell's Angels: The Strange and Terrible Saga of the Outlaw Motorcycle Gangs (1967), que en la edición en español se llama sólo Los ángeles del infierno.

La mayor parte de sus mejores artículos los publicó en la revista Rolling Stone, aunque, cosa rara para esa publicación, nunca escribió de música, aunque la música sí formó parte de muchos de sus textos. En 1970 hizo una de las cosas más extrañas de su vida (y vaya que hizo cosas raras): fue candidato para Sheriff del condado Pitkin, en el estado de Colorado, y perdió (por fortuna, creo yo). En ese mismo año, escribió un artículo ahora famoso llamado «El Derby de Kentucky es decadente y depravado». Lo publicó una pequeña revista y en su momento ni siquiera fue muy leído, pero ese artículo fue el primero al que se clasificó de «periodismo gonzo», nombre que a Thompson le gustó. Ahora ni siquiera se sabe muy bien de dónde viene esa palabra, pues hay varias teorías, y también hay varias versiones sobre el motivo para denominar así al tipo de periodismo que Thompson escribía.

Por una parte, el adjetivo gonzo, que ahora está siempre asociado a este autor y al movimiento que siguió, por parte de otros periodistas, quiere decir «extraño, confuso, loco, salvaje», aunque no se sabe muy bien si el origen de la palabra es el italiano hablado en los Estados Unidos, o si se trata de slang irlandés-norteamericano, o si proviene del francés canadiense... Para enturbiar el asunto, es también el nombre de una canción, y a Thompson le gustaba decir que su estilo se llamaba así por la canción. Lo que sí está claro es lo que implica el estilo gonzo: este periodismo rompe la barrera entre lo objetivo y lo subjetivo, entre lo real y lo ficticio. Thompson escribía sus textos en primera persona y se retrataba a sí mismo en el artículo, es decir que el periodista forma parte de lo reportado. Como si el reportaje incluyera en sí mismo su propio making of, es decir, el texto periodístico incluye el reporte sobre cómo se investigó y se escribió el texto periodístico.
 
Edición en inglés

Esta mezcla entre lo real y lo ficticio encierra también, por supuesto, al propio Hunter S. Thompson, pues él inventó un personaje que lleva su nombre, que es más loco, más borracho, más adicto a todo y más extravagante que el Hunter S. Thompson real. Y no sólo eso, Thompson a veces metía en sus textos a algunos personajes recurrentes, «amigos suyos», como Raoul Duke, Gene Skinner y otros más, que eran otras manifestaciones de sí mismo. Thompson llegó a decir que cuando lo invitaban a hablar, por ejemplo a una universidad, se sentía confundido. ¿Quién debía de ser en la charla? ¿El verdadero Thompson o el personaje Thompson?, ya que los lectores de su obra no estaban muy conscientes de esta diferencia. Así que al leerlo hay que tener en cuenta esa mezcla de ficción y no-ficción.

Debido a que su obra es periodística, por lo menos en su base, es muy norteamericana, es decir que no siempre se puede traducir bien, a menos que se llene el texto de notas explicativas. Esto, en parte, explica que su obra completa no esté traducida a otras lenguas, aunque por supuesto existen algunas traducciones. En español, por ejemplo, contamos con su libro más famoso: Miedo y asco en Las Vegas, que lleva por subtítulo Un viaje salvaje al corazón del sueño americano. Este libro, publicado en nuestro idioma por la editorial Anagrama en 1987, en inglés se publicó en 1971. Tanto el libro como el autor se volvieron más famosos todavía a partir de que se estrenó su adaptación cinematográfica, en 1998, dirigida por el genial Terry Gilliam, con Johnny Depp en el papel central.

El diario del ron fue su primera novela (ésta sí es pura ficción, o por lo menos eso se supone, aunque también está basada en sus experiencias); la escribió a principios de los años 60 pero no se publicó en inglés sino casi 40 años después, en 1998. Y de esta obra también hay una versión en cine, del año 2011, dirigida por Bruce Robinson, y tiene también a Johnny Depp en el papel protagónico.

En el año 2005, Hunter S. Thompson, de 67 años, cansado de varias enfermedades que lo agobiaban, se suicidó en su rancho de Colorado. Había dejado la solicitud de lo que quería que se hiciera en su funeral, y quien pagó para llevar a cabo su último deseo fue su amigo Johnny Depp. Lo que se hizo, el 20 de agosto de 2005, fue disparar sus cenizas desde un cañón colocado en una torre de su rancho. La torre tiene la forma de un puño con dos dedos pulgares, que se considera el logotipo del periodismo gonzo. Todo esto en medio de fuegos artificiales y acompañado de las canciones Spirit in the sky, de Norman Greenbaum, y Mr. Tambourine Man, de Bob Dylan. Nada mal para alguien que se la pasó escribiendo en Rolling Stone y nunca escribió de música.


Edición francesa


De los aproximadamente 20 libros que publicó Thompson, el quinto, The curse of Lono, publicado en Estados Unidos en 1983, y reeditado en 2003, ha sido recientemente publicado en español por la editorial Sexto Piso y la Universidad Autónoma de Nuevo León, bajo el título La maldición de Lono, con una muy buena traducción de Jesús Gómez Gutiérrez. Así, 33 años después de su publicación original, tenemos, por fin, la oportunidad de leer en nuestra lengua esta obra del creador del periodismo gonzo.

En el año 1980, Hunter S. Thomson recibió una carta del director de una revista bastante desconocida llamada Running, especializada obviamente en el ejercicio de correr, en las carreras, en los maratones, etcétera. La carta era para invitarlo a cubrir el maratón de Honolulú, en Hawái, y le prometía un buen sueldo y todos los gastos pagados. Incluso le decía que viera ese trabajo como una oportunidad de tener unas vacaciones. Para este momento, Thompson ya se consideraba retirado del periodismo, aunque apenas tenía 43 años de edad, y ya había rechazado propuestas similares de mejores publicaciones y con mejores salarios, pero por algún motivo le llamó la atención la idea. Thompson, a su vez, invitó a su amigo de siempre, el ilustrador inglés Ralph Steadman, un año mayor que Thompson, quien ilustró casi siempre los reportajes de Thompson, y Ralph aceptó, y además se llevó a su esposa y a su hija pequeña, pues iban de vacaciones a Hawái. Lo que prometía ser un trabajo sencillo y unas vacaciones paradisiacas se convirtieron pronto en una suerte de pesadilla, todo por la locura de Thompson y su capacidad para asociarse con gente extraña y meterse en problemas insólitos.

Thompson intercala, a lo largo de La maldición de Lono, citas extensas del libro El último viaje del capitán James Cook, de Richard Hough, además de citas de otros viajeros ilustres que estuvieron en Hawái, como Mark Twain. Precisamente en una cita de este último se nos cuenta la historia resumida del dios hawaiano Lono. Éste fue un rey que hizo cosas indeseables y se arrepintió. Así, se fue a recorrer las islas boxeando y luchando hasta que se aburrió. Instauró unos juegos deportivos en su propia conmemoración y decidió partir en una balsa, prometiendo regresar. Los nativos lo convirtieron en dios en su ausencia, y esperaron su retorno.

En el siglo XVIII, el explorador británico James Cook llegó a costas de Hawái, y se encontró con que los nativos lo tomaron por la reencarnación de Lono, que para entonces era el dios de la abundancia y los excesos. Cook, con sus marineros, sin saberlo, hizo algunas cosas que los nativos esperaban que Lono hiciera, así que no tuvieron dudas. Estas citas sobre las experiencias de Cook en Hawái, que no terminaron nada bien, sirven para espejear las experiencias de Thomspon, dos siglos después. Desde que Thomson se subió al avión que lo llevó a las islas del Pacífico comenzaron a suceder cosas extrañas que tendrían consecuencias futuras. En el vuelo conoció a un tipo llamado Ackerman, un hombre conectado con cuestiones de estupefacientes en Hawái. Cuando llegaron, Thompson cubrió el maratón, aunque nunca se lo tomó muy en serio, pues él y sus amigos se la pasaron bebiendo en una casa que estaba cerca de la meta e insultando a los corredores. Pasado el maratón, se fueron Thompson y su prometida, y Ralph Steadman y su familia, a otra isla, en donde habían rentado una propiedad con dos cabañas y piscina, junto a la costa, pues pensaban pasarse dos meses buceando, nadando, pescando y pasándosela de lo lindo. Pero todo era un fraude. Las cabañas eran dos casitas horrendas, pero en efecto estaban en la costa, al grado de que las olas, que eran enormes, llegaban hasta la puerta de las cabañas, porque el clima, contrariamente a lo que les habían dicho, era espantoso.


Edición alemana


Y con esto comenzó la desintegración de sus vacaciones soñadas. Ralph sufrió un accidente en el mar y terminó por regresar a Inglaterra con su familia, enfurecido con Thompson, y éste se quedó, por motivos misteriosos incluso para él mismo, mucho tiempo más, pescando (la escena del pez espada es una maravilla), bebiendo como enajenado, quejándose de Hawái pero sin decidirse a regresar, metiéndose en problemas con todo mundo, escribiendo el libro en condiciones surrealistas, convencido de ser la nueva reencarnación de Lono, el dios de los excesos.

El libro es extraño, como todo lo que escribió este autor, pero muy divertido. ¿El maratón de Honolulú? ¿A quién le importa el maratón de Honolulú? Lo interesante es lo que les pasó, o lo que Thomson escribe que les pasó, a él y a Steadman, mientras fueron a cubrir ese evento; obviamente La maldición de Lono es una lectura obligada para los seguidores de Thompson, pero además funciona bien como un volumen introductorio para quienes nunca lo han leído.

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La maldición de Lono. Hunter S. Thompson. Traducción de Jesús Gómez Gutiérrez. Editorial Sexto Piso en coedición con la Universidad Autónoma de Nuevo León. México, 2016. 208 págs.





miércoles, 1 de junio de 2016

Hitchcock-Truffaut, de Kent Jones





Hitchcock/Truffaut
(Hitchcock/Truffaut, Francia-EEUU, 2015)
de Kent Jones

Jesús Guerra

La 60 Muestra Internacional de Cine (que pasó en Saltillo del 16 al 27 de mayo) terminó con un documental maravilloso: Hitchcock/Truffaut, el cual es una suerte de homenaje a un libro fundamental de cine que lleva el mismo nombre de la película: el libro contiene la transcripción de una larga entrevista, realizada a lo largo de una semana de agosto de 1962, del cineasta francés François Truffaut al director inglés Alfred Hitchcock. Cincuenta horas de grabación, 500 preguntas. En 1966 apareció la edición original del libro, y en 1983 se publicó la edición definitiva. Tanto Truffaut como el resto del equipo de críticos de la revista francesa Cahiers du Cinéma (Truffaut comenzó como crítico de la mencionada revista, pero para cuando realizó la entrevista, él ya había realizado varias películas) elogiaban mucho los filmes de Hitchcock, sin embargo, en los Estados Unidos, donde filmaba «Hitch», los críticos se negaban a tomarlo en serio y lo veían sólo como un realizador de películas de entretenimiento.

Cuando Truffaut estuvo en Nueva York para presentar su película Jules et Jim, le llamó la atención que los periodistas especializados y los críticos cinematográficos le preguntaban por qué motivo los críticos de Cahiers du Cinéma se tomaban en serio a Hitchcock. Esta molestia del realizador y crítico francés ante la ceguera de los críticos estadounidenses es el origen del libro. Un libro excepcional y esencial.




El documental de Kent Jones es, como apunté, una suerte de homenaje al libro, pero funciona como un complemento del mismo, pues si bien muestra fotografías de la entrevista, y fragmentos sonoros de la misma, en donde escuchamos a Truffaut preguntando en francés y a Hitchcock respondiendo en inglés, con traducción simultánea, y nos muestra también fragmentos de películas de Hitchcock, la aportación del documental consiste en las entrevistas a diez directores de cine contemporáneos acerca de las películas de Hitchcock, de la influencia del cine de éste en su propia obra y de Hitchcock como director. Los entrevistados son: Wes Anderson, Olivier Assayas, Peter Bogdanovich, Arnaud Desplechin, David Fincher, James Gray, Kiyoshi Kurosawa, Richard Linklater, Paul Schrader y Martin Scorsese.

El documental es corto, apenas 79 minutos que pasan volando, así que forzosamente son pocas y breves las intervenciones de los cineastas entrevistados, lo cual es una lástima ya que el cine de Hitchcock da para horas y horas de conversación, de enseñanza, de discusión. Sale uno de la sala con el firme propósito de conseguir el documental en Blu-ray, leer el libro de Truffaut, y rever las películas de Hitchcock, lo cual, creo yo, habla muy bien de este documental.

Kent Jones ha dirigido cuatro documentales: Lady by the Sea: The Statue of Liberty (2004), Val Lewton: The Man in the Shadows (2007), A Letter to Elia (2010) y el que ahora comentamos.

La 60 Muestra Internacional de Cine se proyectó en Saltillo gracias al patrocinio de la Secretaría de Cultura, la Cineteca Nacional, la Secretaría de Cultura de Coahuila, el Instituto Municipal de Cultura de Saltillo y la Universidad Autónoma de Coahuila.

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Hitchcock/Truffaut
Dirección: Kent Jones
Guión: Kent Jones y Serge Toubiana
Fotografía: Nick Bentgen (NY), Daniel Cowen (NY), Eric Gautier (París), Mihai Malaimare, Jr. (LA), Lisa Rinzler (NY), Genta Tamaki (Tokyo)
Edición: Rachel Reichman
Música: Jeremiah Bornfield
Con: Wes Anderson, Olivier Assayas, Peter Bogdanovich, Arnaud Desplechin, David Fincher, James Gray, Kiyoshi Kurosawa, Richard Linklater, Paul Schrader y Martin Scorsese.
Género: Documental
País: EEUU, Francia
Año: 2015
Duración: 79 minutos