viernes, 13 de febrero de 2015

Cincuenta sombras de Grey (Fifty Shades of Grey, EUA, 2015) de Sam Taylor-Johnson





Cincuenta sombras de Grey
(Fifty Shades of Grey, EUA, 2015)
de Sam Taylor-Johnson

Jesús Guerra

Aclaro de entrada que no he leído la novela homónima en la cual se basa la película Cincuenta sombras de Grey (lo cual no quiere decir que no lo vaya a hacer), pero sí he leído sobre ella. La primera noticia que tuve de esta obra fue que el primer tomo (o la trilogía, no recuerdo si ya habían salido los tres) había sido retirado de las bibliotecas públicas del conservador estado de Florida, en los Estados Unidos, debido a que era muy solicitado por mujeres jóvenes y no era considerada como una obra recomendable (por la autoridad respectiva). Luego de protestas y controversias, los libros regresaron a las bibliotecas públicas de dicho estado. Pero eso llamó mi atención, así que leí lo que pude sobre la obra. La novela comenzó como "fan fiction" (la literatura que escriben los fans de una obra utilizando los personajes y el universo de esa obra) de Twilight, la saga de vampiros románticos para adolescentes. Después, E.L. James, la autora, reescribió el texto ya con personajes propios y lo publicó como libro electrónico. Cuando ya se vendía de esa manera la trilogía, una editorial inglesa compró los derechos de publicación, la editó (es decir, la corrigió de manera profesional) y comenzó a venderla como libros impresos y digitales. En unas publicaciones he leído que la trilogía ha vendido 60 millones de ejemplares, en otras que ha vendido 100 millones a nivel mundial, con traducciones a medio centenar de lenguas.




Los lectores naturales de esta obra son las mujeres. Primero fueron las mujeres casadas mayores de 30 años, después las estudiantes universitarias. Se llegó a catalogar esta trilogía como «porno para mamás» y luego como «porno para mujeres». Al parecer fue fundamental, por lo menos en los inicios del fenómeno, que la obra pudiera ser leída en lectores electrónicos pues así fue una lectura «discreta».

En cuanto a la crítica de lengua inglesa, parece ser que casi todos los que se han ocupado del libro están de acuerdo en que está muy mal escrito (y eso que ya lo leyeron corregido), sin embargo, en lo que no todos están de acuerdo es en lo que significa el libro, o más bien, en lo que significa como fenómeno cultural. A estas alturas ya todo el mundo debe de saber más o menos de qué trata. Una relación sadomasoquista (bastante light, por lo menos en la película), así, ¿se trata de un libro que refuerza los valores tradicionales acerca de la dominación masculina en un mundo postfeminista, o por el contrario, el hecho de que, por fin, las mujeres reivindiquen su libertad de disfrutar del sexo (es decir, de escenas sexuales, leídas y ahora vistas en cine), de alguna manera reivindica también algunas de las viejas batallas feministas? ¿O las dos cosas al mismo tiempo? La cuestión no es sencilla.




Es hora de hablar de la versión cinematográfica. ¿De qué trata? Anastasia Steele (Dakota Johnson, hija de Melanie Griffith y Don Johnson), estudiante de letras, comparte casa con Kate (Eloise Mumford), estudiante de periodismo. Kate tiene una cita para entrevistar al joven y apuesto multimillonario Christian Grey (Jamie Dornan) para la revista de la escuela, pero Kate está enferma de gripa, así que convence a la tímida Anastasia para que vaya a realizar la entrevista. Anastasia es una muy, muy, muy típica (¿o estereotipada?) estudiante de letras, así que va bastante mal arreglada a la cita, y al entrar a las oficinas de Grey se siente intimidada por el ambiente serio y refinado del lugar, y más con el apuesto multimillonario.

Al salir de la entrevista siente que le han quitado un peso de encima pero, al mismo tiempo, siente que le ha encantado Grey, aunque sabe que no tiene ninguna posibilidad de volver a verlo. Sin embargo, Grey llega a la ferretería en donde Anastasia trabaja de medio tiempo, compra algunas cosas (masking tape y una soga, entre ellas), y Anastasia aprovecha para decirle que a Kate le gustaría tener una foto original para acompañar la entrevista, así que él le entrega una tarjeta personal para que puedan ponerse de acuerdo. Y cuando toman las fotos, Grey le pide a Anastasia que lo acompañe a tomar un café... El asunto es que cuando ya está claro que ambos están interesados en establecer algún tipo de relación, Grey le pone algunas condiciones, entre ellas firmar un contrato de consentimiento. Le pide que lo analice, le dice que algunos puntos son negociables, y que si está de acuerdo lo firme. Pero durante los días en que Anastasia lo piensa, comienzan a tener relaciones. Y las relaciones son cada vez más cercanas al tipo que le gustan a Grey.




Por lo que sé, las escenas «más fuertes» del libro fueron eliminadas de la versión fílmica, y las que vemos en la película son en realidad muy ligeras, casi dulces, casi románticas. ¿Y esto es lo que ha causado tanta controversia, tanto escándalo, tantas expectativas? Más vale que el libro las justifique, porque la cinta, la verdad, no. ¿Es simpática la película? Sí. ¿Se deja ver? Sí. Técnicamente la cinta está bien hecha, tiene unos decorados bastante buenos y una fotografía eficiente y hasta elegante (una elegancia de revistas de modas y de decoración), la música de Danny Elfman es discreta (raro en él), pues lo que llama la atención de los espectadores en el aspecto sonoro son las canciones pop que acompañan ciertas secuencias. Las actuaciones, en términos generales, son adecuadas. En cuanto al ritmo, es un tanto lenta, la verdad un tanto aburrida de la mitad al final. Y eso por varios motivos. Para empezar, el argumento, al igual que miles, quizá millones de novelas, telenovelas y películas rosas (es decir obras realizadas específicamente para mujeres) es básicamente Cenicienta. En este caso es la estudiante romántica y medianamente pobre que se enamora del príncipe-empresario guapo y millonario. Este aspecto (y no el de la relación mujer sumisa-hombre dominante) es el que sí es absolutamente antifeminista. (¿Pero qué les pasó a las feministas, que perdieron la guerra de esa manera?) Visualmente también es antifeminista: mientras que a Anastasia se le ve desnuda varias veces, a Christian sólo se le ven, muy brevemente, las nalgas por unos cuantos segundos. Claro, quizá para evitar problemas con los sistemas de censura cinematográfica, perdón, los sistemas de clasificación cinematográfica de los Estados Unidos y de Inglaterra… ¿O sea que las mujeres no estaban dispuestas a presentar las batallas necesarias para poder ver lo que quisieran en las pantallas cinematográficas del mundo? Obviamente prefirieron no hacerlo.

Y es que estamos ante una película casi enteramente femenina: la novela (de E.L. James), la dirección (de Sam Taylor-Johnson) y el guión (de Kelly Marcel) son de mujeres. Curiosamente las tres son inglesas (de hecho la tres nacieron en Londres), pero la historia está ubicada en los Estados Unidos y la producción es estadounidense... Las tres trabajaron en una fantasía sexual femenina en la que el hombre sólo muestra, las más de las veces, su torso desnudo, mientras platica con Anastasia o mientras tienen relaciones o mientras él toca lánguidas piezas clásicas al piano...




Entiendo que tanto en la novela como en la película el personaje central, Anastasia, sea una chica sólo guapa, más o menos del montón, porque la idea es que todas las lectoras y las espectadoras de la cinta puedan identificarse con ella. Entiendo que el galán (es decir, el objeto del deseo) sea más guapo que el promedio y además multimillonario, porque así pueden vivir, a través de estas obras, su fantasía de Cenicienta... ¿pero ninguna de las tres inglesas responsables de esta obra se puso a pensar que un tipo muy guapo y multimillonario puede tener a cualquier o casi cualquier mujer del planeta (más bella, más inteligente, más sensual, más cualquier-cosa-que-se-les-ocurra-poner-aquí, y que además haga lo que él quiera)? ¿Por qué Grey se iba a enamorar de Anastasia? Además, él dice varias veces que él no es del tipo romántico. ¿Por qué esa fantasía-terquedad femenina de «redimir» al pervertido fetichista a través del amor?

Por supuesto que esta obra no tiene nada de subversiva, claro que tampoco tiene la obligación de serlo. Es sólo una obra erótica (aunque se supone que el verdadero erotismo es por naturaleza subversivo), pero tampoco es precisamente una cinta «deliciosamente excitante». Sólo tiene algunas escenas de erotismo ultraligero (aunque al parecer en el libro hay algunas más fuertes) que hacen sentir a las espectadoras (y a las lectoras) muy modernas, liberadas y aventureras, pero en realidad es la misma perspectiva de lo femenino de siempre. No ha cambiado nada, o casi nada: ahora las mujeres ya van al cine en grupo a ver una película erótica hecha para ellas, mientras que antes consideraban al cine erótico como sólo para hombres. Eso ya es algo. Por lo demás, ya era hora. Pero la historia es la misma, aunque más aburrida. Sin embargo, claro, se puede ver. Lo que de plano no entiendo, en el caso de que se adapten al cine los siguientes dos tomos es ¿qué más puede seguir? ¿Va a seguir esta lucha entre el amor y el erotismo por otras cuatro horas? Más que una promesa es una amenaza.

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Cincuenta sombras de Grey (Fifty Shades of Grey, 2015). Dirección: Sam Taylor-Johnson. Guión: Kelly Marcel (basado en la novela homónima de E.L. James). Fotografía: Seamus McGarvey. Música: Danny Elfman. Diseño de producción: David Wasco. Con: Dakota Johnson, Jamie Dornan, Eloise Mumford y Marcia Gay Harde, entre otros. País: EUA. 125 minutos.





domingo, 8 de febrero de 2015

En el bosque (Into the Woods, 2014) de Rob Marshall





En el bosque
(Into the Woods, Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, 2014)
de Rob Marshall

Jesús Guerra

La cinta En el bosque está basada en la comedia musical homónima de Stephen Sondheim y James Lapine estrenada en 1987 en Broadway, la cual se ha reestrenado varias veces en escenarios de Nueva York (de hecho también existen varias versiones cinematográficas que son relativamente desconocidas debido a que fueron producciones de bajo presupuesto). Curiosamente Hollywood ya había intentado levantar varias veces este proyecto, con grandes nombres, pero por misterios de la Meca del Cine no ha sido sino hasta ahora que Rob Marshall logró realizar la adaptación fílmica, gracias a que el proyecto le interesó a los estudios Disney. Sin embargo, la intervención de Disney, según he leído, si bien hizo posible llevar a cabo el proyecto también hizo que la cinta cambiara un tanto el tono de algunos pasajes (la obra tiene un humor negro más negro y sus connotaciones sexuales son más evidentes) y que eliminara la muerte de algunos personajes. Así que para quienes no vimos la obra en los escenarios, esta cinta es lo que hay, y es más que suficiente ya que en términos generales está bastante bien.




El argumento mezcla personajes de muchos cuentos de hadas tradicionales, como Caperucita Roja, Rapunzel, Cenicienta, el Lobo, la Bruja, Jack el de los frijoles mágicos, no uno sino dos príncipes azules, unos gigantes, y personajes genéricos como un panadero y su esposa. (La obra musical, debido a esta mezcla de cuentos, se menciona como una de las fuentes de inspiración de la famosísima Shreck.) Todos los personajes tienen problemas al inicio de la historia, por lo tanto todos tienen deseos específicos (exactamente igual que los espectadores). La madre de Jack (Tracey Ullman) quiere que su hijo venda la vaca que tienen porque ya no da leche y no tienen dinero; Jack (Daniel Huttlestone) quisiera conservar su vaca... Caperucita (Lilla Crawford) quiere que su abuela enferma se cure, y quisiera tener dinero para poder comprar todos los panes que se roba de la panadería (aunque en realidad la panadera termina regalándoselos)... El panadero (James Corden) y su esposa (Emily Blunt) quisieran poder tener un hijo, pues aunque lo intentan, algo no funciona... Rapunzel (Makenzie Mauzy) quisiera poder salir de la torre en la que su madre la tiene encerrada para protegerla de los males del mundo, y poder tener una relación normal con su príncipe (Billy Magnusen)... Cenicienta (Anna Kendrick) quisiera poder asistir al baile del otro príncipe (Chris Pine), al que asistirán su madrastra (Christine Baranzki) y sus dos hermanastras (Tammy Blanchard y Lucy Punch)... y la bruja (Meryl Streep), porque la bruja también tiene sus deseos, ella quisiera no ser vieja ni fea... Y en un estupendo número musical, cada uno de estos personaje expresa sus deseos inmediatos. Sin embargo, hay que recordar la frase promocional de esta película, pues ahí está el punto central de esta historia: «Ten cuidado con lo que deseas».




La bruja es quien echa a andar la maquinaria dramática: llega a la panadería y le explica al panadero y a su mujer que si no han podido tener hijos se debe a la maldición que ella lanzó sobre el padre del panadero debido a que éste le robo sus verduras en una ocasión, y entre los vegetales iban sus frijoles mágicos (y de pasada les cuenta que se quedó con la hermanita del panadero). Luego les hace una propuesta: si quieren que ella levante esa maldición ellos deberán de conseguir para ella, en un máximo de tres noches (pues a la tercera se verá una luna azul que sólo se ve cada 100 años y ése es el momento propicio para el encantamiento, o en este caso el desencantamiento) una capa tan roja como la sangre, una zapatilla tan dorada como el oro, una vaca tan blanca como la leche y una cabellera tan rubia como el maíz. La bruja les dice que todo eso lo conseguirán en el bosque.




Al mismo tiempo, Caperucita se prepara para entrar al bosque para llegar a la casa de su abuela enferma y llevarle los panes que casi le robó a los panaderos; y la madrastra de Cenicienta con sus hijas se prepara para entrar al bosque para ir al palacio del príncipe; y la propia Cenicienta, luego de que el fantasma de su madre sobrenaturalmente le regala un vestido espectacular, se prepara para ir (en esta versión: a pie) al baile del príncipe, etc. El asunto es que todos los personajes centrales están en el bosque más o menos al mismo tiempo, y los cruces entre los deseos de unos y los de otros van enredando las cosas. Particularmente interesante es el encuentro entre Caperucita y el Lobo (maravillosamente interpretado por Johnny Depp).

La música es espectacular, sin duda, pero, en mi muy particular opinión, está algo envejecida, muy encasillada en ese género de la obra musical de Broadway, muy específica, y muy alejada de lo que sucede en otras áreas de la música del planeta en nuestros días. No se trata de que no me guste, que quede claro, sólo que me parece ya desfasada. Las letras de las canciones son estupendas, llenas de juegos de palabras, dobles sentidos, y evidentemente tienen un muy alto grado de dificultad para los cantantes. Curiosamente tratándose de una comedia musical, en esta cinta no hay danza. Los personajes actúan y cantan pero no bailan, aun así, por supuesto, hay una cierta coreografía, que es el fuerte del realizador, Rob Marshall, pues él comenzó como coreógrafo (como director ha hecho Annie (1999, para TV), Chicago (2002), Memorias de una geisha (2005), Nine (2009), Piratas del Caribe 4 (On Stranger Tides, 2011) y la que ahora comentamos. Puede dirigir lo que sea, quizá, pero su fuerte o su corazón, como podemos ver en su no muy extensa filmografía, está en los musicales.




En gustos se rompen géneros, eso está claro, pero la crítica más generalizada que se le ha hecho a En el bosque, con la que estoy de acuerdo, es en que hay un momento (la parte en la que entra a escena el ama de casa gigante) en el que el ritmo de la película se rompe y se vuelve lento. Esto quizá no sea culpa directa del realizador, aunque en teoría él tendría que haber encontrado la solución a este problema originado por el guión, a su vez originado por la obra musical: y es que la historia parece llegar a su legítimo final (legítimo quizá por la fuerza de la tradición), cuando irrumpe la gigante. Así que todos perdemos el ritmo, el director, los actores, incluso la música (es la parte de la cinta con menos canciones) y por supuesto nosotros los espectadores. A partir de aquí el film parece arrastrarse, aunque es aquí en donde se encuentra uno de los números musicales más impresionantes de la película: la despedida de la bruja, que es verdaderamente estupendo.




Si bien todos los actores interpretan sus papeles y cantan sus canciones más que adecuadamente, quienes sobresalen son Meryl Streep y Emily Blunt. La música, a pesar de lo expresado anteriormente, es muy buena, y visualmente la película es muy bella. Es evidente que para los fans de los musicales es obligado ver esta cinta; para los demás espectadores me parece que deberían de ir aunque sólo fuera por curiosidad; para hacer la prueba. Muchos se van a sorprender.

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En el bosque (Into the Woods, 2014). Dirección: Rob Marshall. Guión: James Lapine (basado en el musical de Stephen Sondheim y James Lapin). Diseño de producción: Dennis Gassner. Fotografía: Dion Beebe. Música: Stephen Sondheim. Con: Meryl Streep, Emily Blunt, Anna Kendrick, Daniel Huttlestone, James Cordon, Lilla Crawford, Johnny Depp, Chris Pine, Mackenzie Mauzy y Billy Magnussen, entre otros. Países: Estados Unidos, Inglaterra y Canadá. 125 minutos.





martes, 3 de febrero de 2015

Pasión, un asesinato perfecto (Passion, 2012) de Brian De Palma






Pasión, un asesinato perfecto
(Passion, Alemania, Francia, 2012)
de Brian De Palma

Jesús Guerra

Christine (Rachel McAdams) tiene un alto puesto en la sucursal de Berlín de una compañía de publicidad norteamericana; Isabelle (Noomi Rapace) es su asistente y aprendiz, y Dani (Karoline Herfurth) es la asistente y secretaria de Isabelle. Al parecer Christine e Isabelle hacen un buen equipo creativo, y Christine intenta hacer sentir a Isabelle que son más que eso, que en realidad son amigas. Christine, que no es tan sofisticada como cree, es una manipuladora de tiempo completo. Es también así con su amante, Dirk (Paul Anderson). Hay un constante juego sexual entre las dos, y entre los tres, pero Isabelle es más seria, no disfruta esos juegos... aunque no es tan seria como parece pues en realidad ella ya mantiene relaciones con Dirk, a espaldas de Christine.

Estos juegos podrían haber seguido así de manera indefinida de no ser porque en una ocasión en que Isabelle desarrolló una idea publicitaria que terminó pareciéndole estupenda a los clientes de la compañía, Christine se adueñó de la autoría del concepto. Isabelle le reclamó, seria pero de buena manera a su jefa, y Christine le respondió que eso no era una traición puesto que eran un equipo, que eso era lo normal. Isabelle pareció tranquilizarse pero en realidad los golpes bajos continuaron. Siguieron las traiciones y las mentiras, y luego las humillaciones. Hasta que una de estas dos mujeres es asesinada y la otra es la sospechosa número uno.




Para quienes conocen la filmografía de Brian De Palma, el guionista y realizador de esta cinta, Pasión es la quintaesencia de la vertiente más personal de este cineasta. [En efecto, De Palma ha dirigido tres tipos de thrillers: Los genéricos, como Carrie, 1976; The Fury, 1978; Blow Out, 1981; Scarface, 1983; Los intocables, 1987; Carlito's Way, 1993; Misión imposible, 1996; Snake Eyes, 1998, y La dalia negra, 2006, entre otros. Los personales (por lo general siguiendo muy de cerca u «homenajeando» a Hitchcock), como Obsesión, 1976; Vestida para matar, 1980; Doble de cuerpo, 1984; Raising Cain, 1992; Mujer fatal, 2002, y Pasión, un asesinato perfecto, 2012. Tiene además otro tipo de cintas, que esencialmente son thrillers también, pero pueden ser de ciencia-ficción (Mission to Mars, 2000), de guerra (Casualties of War, 1989), musicales (Phantom of the Paradise, 1974) o supuestas comedias (The Bonfire of the Vanities, 1990).]

Además, De Palma es sumamente irregular, algunas de sus películas le quedan muy bien, otras son regulares y otras son bastante malas, pero tiene otra característica interesante: aunque nunca ha hecho una gran película a los cinéfilos nos gustan sus filmes porque son muy «cinematográficos», y con esto lo que quiero decir es que sus obras por lo general son películas hechas en base a otras películas, a ciertos autores, a ciertas tendencias, a determinados géneros y a determinados recursos fílmicos. Por esto a quienes nos gusta el cine sus cintas nos gustan, aunque no sean muy buenas, o aunque sean bastante regulares... ya cuando son muy malas las cosas pueden cambiar. Brian De Palma es un director técnicamente muy capaz, y aunque tal vez nunca haya tenido una idea original, siempre ha sabido qué robarse y de quién, por eso es un realizador muy respetado, y a estas alturas quizá sea más respetado en Europa que en Estados Unidos, su país de origen (hay que tener en cuenta que Pasión… está financiada por Alemania y Francia pero no los Estados Unidos).




No deja de ser curioso que las películas más «personales» de De Palma sean en realidad cintas hitchockianas. Por lo tanto, no sorprende que Pasión…, por personal que pueda ser, sea en realidad un remake de una película francesa del año 2010, Crime d'amour, escrita por Alain Corneau y Natalie Carter, y dirigida por Corneau (de hecho fue su última película, pues el cineasta francés murió ese mismo año, a los 67 años de edad).

Pasión... es, entonces, una cinta hecha en base a una película ajena, con técnicas prestadas de Hitchcock, en la que se encuentran muchas de las características y los temas de las anteriores cintas de De Palma (gemelos, voyerismo, personas equivocadas, pantalla dividida, y finales con sueños que se mezclan con la realidad, ya sea para asustar al espectador o para engañarlo por última vez, etc.). Se ha acusado a De Palma de que en esta cinta llega a robarse a sí mismo, plagiando escenas de su propia obra. Me temo que es cierto, pero eso en realidad no importa tanto. En otras artes a eso se le llama estilo personal. La cuestión importante es si los espectadores disfrutamos la cinta o no. Y yo la he disfrutado.




Mención aparte merece la música del compositor italiano Pino Donaggio, quien ha colaborado varias veces con Brian De Palma, entre otras películas en Vestida para matar y ahora en Pasión. Su música es deliciosamente envolvente en las escenas misteriosas y truculentamente excesiva, pero estupenda, en las escenas violentas. Tiene un estilo muy particular por lo que es inconfundible, y para sus fans, entre los que me encuentro, maravilloso. Me encanta que la música de Pasión sea suya.

Para terminar, creo que vale la pena apuntar, como curiosidad, que ésta es la segunda película en la que han trabajado juntos Rachel McAdams, Noomi Rapace y Paul Anderson, la primera fue Sherlock Holmes: a Game of Shadows (Guy Ritchie, 2011).  




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Pasión, un asesinato perfecto (Passion, Alemania y Francia, 2012). Dirección: Brian De Palma. Guión: Brian De Palma (basado en la película Crime d'amour, de Alain Corneau). Fotografía: José Luis Alcaine. Música: Pino Donaggio. Diseño de producción: Cornelia Ott. Con: Rachel McAdams, Noomi Rapace, Karoline Herfurth y Paul Anderson, en los papeles principales. 102 minutos.