Mundo Jurásico
(Jurassic World, EEUU, China, 2015)
de Colin Trevorrow
Jesús Guerra
En la famosa Isla Nublar, muy cerca de Costa Rica, en
donde estuvo el primer Parque Jurásico (que nunca abrió sus puertas al
público), hay ahora, 22 años después, uno que sí funciona y que ya no se llama
parque sino mundo: Mundo Jurásico. Está lleno de gente, es exitoso, su nuevo
dueño es el multimillonario Simon Masrani (Irrfan Khan), y la directora es
Claire (Bryce Dallas Howard), una joven ejecutiva que es todo lo que se espera
de los ejecutivos (controladora, fría, dura, incansable). El encargado de domar a los dinosaurios, incluidos los
famosos ‘raptors’ (con quienes ya preparan un show) es un joven con todas las características de los antiguos
vaqueros, aunque él más bien monta en moto, llamado Owen (Chris Pratt). Uno de
sus asistentes, o algo así, es Barry (Omar Sy, muy desperdiciado, tanto el personaje
como el actor), y hay una suerte de consultor militar, cuyo papel en el parque
de atracciones es poco claro pero su papel en la cinta no lo es: el villano,
Hoskins (Vincent D'Onofrio), quien quiere a toda costa convencer al dueño del
parque de utilizar a los ‘raptors’ como armas para el ejército norteamericano.
Él, feliz, se los imagina ya destrozando enemigos (D’Onofrio es un actor
estupendo pero aquí también está desperdiciado).
Por otra parte tenemos a la hermana de Claire, Karen (Judy
Greer), en los Estados Unidos, cuyo matrimonio está en problemas. Quizá para
darle un poco de espacio, quizá porque son vacaciones, quizá porque se siente
un poco culpable de que desde hace años no ve a sus sobrinos, Claire los ha
invitado, sólo a los dos jóvenes, Gray (Ty Simpkins), de unos 10 años, y Zach
(Nick Robinson), de unos 16, a que pasen unos días de vacaciones en el parque,
supuestamente con ella. Pero es obvio que ella no tiene tiempo de nada porque
sus múltiples ocupaciones la tienen saturada, así que Claire los deja al
cuidado de una de sus asistentes, Zara (Katie McGrath), una chica que quiere
seguir los pasos de su jefa. Los chicos, que se sienten molestos por estar al
cuidado de una desconocida, deciden escapar de su vigilancia, lo cual logran
con eficaz rapidez.
Lo que casi nadie sabe, pues no lo sabe ni siquiera Owen,
es que hay un nuevo dinosaurio en una sección cerrada, que espera el momento de
su presentación en sociedad. Se trata de un dinosaurio inventado, que nunca
existió, creado con la mezcla de varios dinosaurios: la receta, por supuesto,
es secreta, pero la idea que está detrás es típica de las grandes
corporaciones; como los dinosaurios ya no asombran a casi nadie y las entradas
al parque han bajado, requerían una nueva atracción, una que fuera más grande, más
peligrosa, más aterradora, más impresionante que el T. Rex. En el nuevo Mundo
Jurásico, claro está, cometen el mismo error que se cometió en el antiguo
Parque Jurásico: subestimaron a su propia criatura, y por supuesto las cosas se
salen de control justo el día que llegan al parque los sobrinos de Claire.
¿Es divertida la película? ¿Funcionan sus efectos
especiales? ¿Se ven impresionantes sus dinosaurios? Claro. La película está
bien hecha. Costó alrededor de 150 millones de dólares. Los dinosaurios siguen
siendo espectaculares y ahora los podemos ver en 3D. Y como ahora hay cientos,
quizá miles, de visitantes en el parque, cuando el caos se desencadena es a
gran escala. A los niños y los adolescentes que sólo han visto las películas
anteriores de la serie en televisión debe de encantarles, PERO (el terrible
pero), a quienes vimos la película original en cines en 1993 (en efecto, ¡hace
22 años!), la película nos decepciona. Nos decepciona porque básicamente es la
misma historia pero no tan bien contada. Y es que, en términos puramente
argumentales, de historia básica, ¿qué más puede tener? A una historia se le
pueden agregar adornos pero en esencia no se puede cambiar sin deformarla. El
problema no está en esta película (bueno en parte sí, eso ahorita lo vemos)
sino en el hecho de que la serie de Parque
Jurásico ya está agotada. Mundo
Jurásico comete el mismo error que la corporación de su narración, nos
quisieron vender lo mismo pero como los dinosaurios ya no asombran a casi
nadie, requerían una nueva atracción, un dinosaurio que fuera más grande, más
peligroso, más aterrador, más impresionante que el T. Rex. Y si bien el
resultado no es catastrófico como en la historia, y evidentemente va a ganar
mucho dinero esta película, lo cierto es que no es una cinta memorable, y ni
siquiera es tan emocionante como la original.
Ahora, si la quisiéramos juzgar como una suerte de re-make de la cinta de 1993, el problema
estaría en sus modificaciones. Por bien que estén en sus papeles los actores
centrales, no hay en esta versión ni un solo personaje que sea notable. No está
alguien como el Dr. Alan Grant (el estupendo Sam Neill), ni como el matemático
Ian Malcolm (el también estupendo y excéntrico Jeff Goldblum). Los personajes
centrales de la nueva versión están bien desarrollados pero sin gracia. Los de
la primera película estaban adaptados de una novela, de Michael Crichton, por
él mismo. Y la película fue dirigida por Steven Spielberg, que por cursi que
sea es buenísimo en el manejo del suspenso. En ésta no hay suspenso alguno.
Claro que la mano de Spielberg (que está acreditado como productor ejecutivo)
se nota en detalles. El dinosaurio moribundo parece una versión de E.T., por
poner un ejemplo. El beso entre Owen y Claire (porque se besan, claro, y no
creo estar revelando un secreto) nos recuerda al de Indiana Jones y Marion.
El director, Colin Trevorrow, hace un
trabajo muy decente en términos generales, pero se quedó corto. Habrá que ver
qué sucede con las siguientes, porque, por supuesto, ya se habla de una o
varias continuaciones.
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Mundo Jurásico (Jurassic
World). Dirección: Colin
Trevorrow. Guión: Rick Jaffa, Amanda
Silver, Colin Trevorrow y Dereck Connolly, basado en una historia de Rick Jaffa
y Amanda Silver. Música: Michael
Giacchino. Fotografía: John
Schwartzman. Edición: Kevin Stitt. Diseño de producción: Ed Verreaux. Con: Chris
Pratt, Bryce Dallas Howard, Vincent D’Onofrio, Ty Simkins, Irrfan Khan, Nock
Robinson, Omar Sy, y BD Wong, entre
otros. Países: EEUU y
China. 124 minutos.