Misión Rescate
(The Martian, EEUU, 2015)
de Ridley Scott
Jesús Guerra
En una misión en Marte, mientras
los astronautas exploran y recogen muestras cerca de la nave, una sorpresiva
tormenta amenaza con derribar la nave —lo cual impediría que lograran
despegar—, así que la capitana, Melissa Lewis (Jessica Chastain) ordena abortar
la misión y regresar de inmediato. Todos están muy cerca unos de otros pero el
polvo impide la visibilidad. Un objeto metálico que es parte del equipo, se
desprende con el viento, vuela y golpea a uno de los astronautas, Mark Watney
(Matt Damon). Los compañeros intentan buscarlo pero no ven nada y además tienen
que subir a la nave de inmediato. Todo hace suponer que Mark está muerto. La
nave despega.
Sin embargo, Mark despierta al
día siguiente, tirado en la roja arena; todo está en calma a su alrededor; es
de día. Se pone de pie y ve las instalaciones de la base pero no la nave. Se da
cuenta que está herido y que está solo. Camina a la base, un campamento de lujo
en el que el equipo de seis astronautas iba a pasar 30 días y sólo habían
pasado menos de una semana. Mark debe enfrentar dos problemas fundamentales:
encontrar la manera de comunicarse a la Tierra y sobrevivir hasta que lo puedan
rescatar, si es que se puede. Su esperanza es que está planeada otra misión a
Marte, que debería de llegar en ¡cuatro años!, pero el lugar de aterrizaje para
esa misión futura está a más de tres mil kilómetros de distancia del lugar en
el que se encuentra. Es decir, Mark es el Robinson Crusoe de la era espacial.
Es una lástima que los
hispanoamericanos necesitemos de títulos descriptivos para que nos animemos a
ver una película (o para leer un libro), «Misión Rescate» es un título genérico
que se pudo aplicar a otras mil películas en las que, en efecto, se organiza
una misión para rescatar a alguien. El nombre en inglés es mucho más impactante
y por lo tanto memorable: 'El Marciano', ya que Mark, mientras se encuentra en
el planeta rojo, es el único ser vivo del planeta, y esto además tiene ecos de
la obra de Ray Bradbury, en la que plantea que los marcianos serán los terrícolas
cuando nuestra especie colonice el planeta vecino.
The Martian es una película emocionante y divertida que mezcla acción, humor
y drama, que nunca cae en el melodrama ni la cursilería, y que, sin ser una
obra de acción trepidante, jamás pierde el ritmo, nunca se cae, y mantiene
nuestra atención fija en la pantalla durante sus 141 minutos. Por este motivo,
la cinta puede interpretarse como una suerte de regreso de Ridley Scott. No es
que este cineasta inglés de 77 años de edad (el 30 de noviembre próximo
cumplirá los 78) haya dejado de filmar ni de producir películas, pero su obra,
aunque siempre técnicamente perfecta y visualmente muy bella, tiene marcados
altibajos. Y así como ha hecho cintas extraordinarias como Los duelistas
(1977), Alien (1979) y Blade Runner (1982), y cintas discutibles
pero exitosas, como Thelma & Louise (1991, que en México tiene el
rídículo nombre Un final inesperado), Gladiator (2000), Black
Hawk Down (2001), Kingdom of Heaven (2005) y Prometheus
(2012), tiene otras realmente cuestionables o francamente malas, como Legend
(1985), G.I. Jane (1997) y Éxodo (2014), y las que están a medio
camino: Someone to Watch Over Me (1987), Black Rain (1989), 1492:
Conquista del Paraiso (1992), Hannibal (2001), Matchstick Men
(2003), A Good Year (2006), American Gangster (2007) y Robin
Hood (2010), por mencionar sólo algunas obras de su larga filmografía.
Ridley Scott es uno de esos
directores que por haber realizado algunas grandes películas, y otras
estupendas, cuando hace alguna obra a la que le ponemos algunos peros, por
bellas y por técnicamente perfectas que sean, sus seguidores decimos que no
están a su altura (aunque si las hubiera hecho otro cineasta diríamos que son
buenísimas. Es un asunto psicológicamente complicado). The Martian, sin
que sea una película que reta intelectualmente al espectador, es una cinta muy
disfrutable, que funciona en todos sus aspectos, aunque quizá, si nos ponemos
quisquillosos, tenga algunos puntos problemáticos, pero en realidad es una
película que nos emociona y nos hace sentir bien, y por eso los espectadores
salimos muy contentos del cine. Si Náufrago (Cast Away, 2000,
Robert Zemeckis) se pasó de melodrama, y Gravedad (Gravity, 2013,
Alfonso Cuarón) se pasó, quizás, de aspectos técnicos, The Martian se
mantiene en equilibrio. Pero no sólo salimos contentos por la historia, incluso
si muchos espectadores no lo perciben de manera conciente, salimos contentos
porque en la cinta todo funciona bien. El argumento, el guión, la dirección,
las actuaciones, la fotografía, la edición, la música, la escenografía...
El reparto también es estupendo:
Jeff Daniels, Michael Peña, Sean Bean, Kate Mara, Sebastian Stan, Aksell
Hennie, Chiwetel Ejiofor y muchos otros en papeles menores, además de los ya
mencionados, Jessica Chastain y Matt Damon. Sin embargo, en términos de
actuación la cinta claramente está dividida en tres partes, aunque
entremezcladas: la Tierra, en donde intervienen casi todos los actores que
aparecen en la cinta; la nave espacial, en donde interactúan los cinco
astronautas que lograron despegar en la tormenta marciana, y Marte, en donde
actúa solo Matt Damon. Con respecto al tiempo, más o menos la mitad de la cinta
transcurre en Marte, lo que quiere decir que en Matt Damon recae el peso de la
mitad de la obra en cuanto a actuación.
El argumento está adaptado de la
novela homónima de Andy Weir, un programador que escribió esta novela por
diversión, la publicó en su blog y posteriormente, en edición de autor, la
vendió como libro electrónico en Amazon, y se hizo famosa por pura publicidad
de persona a persona. El guión estuvo a cargo de Drew Goddard, quien ha escrito
guiones de capítulos de series como Buffy, the Vampire Slayer, Angel,
Alias, Lost y Daredevil, y de las películas Cloverfield,
The Cabin in the Woods y World War Z.
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Misión Rescate (The Martian). Dirección: Ridley Scott. Guión:
Drew Goddard, basado en la novela homónima de Andy Weir. Fotografía:
Dariusz Wolski. Edición: Pietro Scalia. Música: Harry Gregson-Williams.
Diseño de producción: Arthur Max. Vestuario: Janty Yates. Con:
Matt Damon, Jessica Chastain, Jeff Daniels, Sean Bean y Chiwetel Ejiofor, entre
otros. País: EEUU. 141 minutos.
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