Bob Dylan y el Nobel
Jesús Guerra
La polémica por el Nobel
Como recordarán, en la primera quincena de octubre se
anunció el nombre del ganador del Premio Nobel de Literatura 2016: el cantante
y compositor Bob Dylan. De inmediato se desató una polémica, en prensa y en
redes sociales, debido a esta elección de la Academia Sueca, la institución que
selecciona y entrega el premio.
Tanto la elección de un compositor de canciones de música
folk, blues y rock para recibir el premio literario más importante del mundo
como la polémica resultan muy interesantes, porque se refieren, en realidad, a
un tema más amplio: «¿qué es, o qué es lo que se considera literatura en la
segunda década del siglo XXI?»
Por lo general el Nobel de Literatura se les otorga a
novelistas, a cuentistas, a dramaturgos, a poetas y a ensayistas. Hay ganadores
del Nobel que escriben sólo en uno de estos géneros, o en dos, o en todos. Pero
en 2015, por ejemplo, el premio se le otorgó a la bielorrusa Svetlana
Aleksiévich —y aquí cito un fragmento del documento de la Academia Sueca— «por
sus escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro
tiempo», y si escribí «pero» se
debe a que esta escritora es sobre todo periodista. Una periodista que escribe
sobre dramas sociales con una gran calidad, una calidad literaria, sin duda,
pero es sobre todo una periodista. Y esto no lo resalto como algo negativo, al
contrario. Esto implica una ampliación del significado de literatura reconocido
por la Academia Sueca.
Este año, esa ampliación continúa, al anunciar que el
seleccionado para el premio es un escritor de canciones. No uno cualquiera, por
supuesto —y cito de nuevo a la Academia Sueca, la cual dice que lo
seleccionaron—: «por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran
tradición americana de la canción». Es decir, la Academia Sueca reconoce por
primera vez que las canciones son, o pueden ser, poesía. Esto en realidad es un
regreso al origen de la poesía, es algo evidente, pero no aceptable para todo
el mundo, como lo demuestra la polémica que se desató en medios de comunicación
y, sobre todo, en redes sociales.
Muchos de los comentarios, fundamentalmente en Twitter,
eran bromas, pero estas bromas muestran la extrañeza, la confusión que causó la
elección del premio de este año. Hay escritores que preguntaron si las
versiones en audiobook de sus obras podrían ganarse un Grammy, los
premios estadounidenses de música. Un novelista francés comentó «A mí me gusta
Bob Dylan, pero dónde están sus libros».
Hubo comentarios muy generosos, como el de Salman Rushdie,
quien declaró que le gustaba que Dylan se hubiera ganado el Nobel, y que esa
tarde se la pasaría escuchando canciones de Dylan (mencionó específicamente
«Mr. Tambourine Man»). Hubo otros, como el de Vargas Llosa, ganador del Nobel
en 2010, quien declaró que la Academia Sueca había cometido un error. Tiene
razón, la Academia Sueca suele cometer errores... ¿Fue un error otorgarle el
premio a él?
Más allá, o más acá, no sé, del tema de la ampliación del
concepto de literatura, creo que hay también una preocupación, digamos «pragmática»,
por lo menos para los escritores cuyo nombre se menciona año con año como
posibles ganadores del Nobel, relacionada con el tiempo de espera. Los
novelistas, por ejemplo, sienten que tienen que competir no sólo entre ellos
por el premio, sino con dramaturgos y poetas, y ahora, para complicar las
cosas, también con periodistas y cantautores. Sienten que se van a morir antes
de que se les otorgue el premio (y en algunos casos inevitablemente eso va a
suceder). Y lo mismo sucede con los poetas y con los dramaturgos.
Una humilde propuesta (inaceptable)
La ampliación del concepto de literatura debería tener
como consecuencia la separación del premio en diversas categorías. Un premio
Nobel para cuentistas y novelistas, otro para dramaturgos, y otro para poetas y
cantautores. Y ya que estamos en esto, seamos generosos, yo incluiría, junto a
los dramaturgos, a los guionistas de cine. Es una idea. Sin embargo, la
Academia Sueca no estaría dispuesta a considerarla, entre otras cosas porque
cada premio les cuesta ocho millones de coronas suecas, es decir, alrededor de
un millón de dólares, y el trabajo que realizan por lo menos se triplicaría, y
además porque lo más probable es que las vacas sagradas del mundo literario
pondrían el grito en el cielo (es decir en Twitter).
Diversificación
La verdad es que el asunto del concepto de literatura es
complejo, o más bien, se ha vuelto más complejo en nuestro tiempo, en que todo
se multiplica y se diversifica. Uno de los comentarios en redes sociales que
más me llamó la atención fue el del novelista inglés Philip Pullman, quien
escribe literatura fantástica. En su comentario dijo que estaba contento por la
elección de Bob Dylan como el Nobel de este año, y que esperaba que la elección
de un cantautor significara que la Academia Sueca tomaría en cuenta también,
para años próximos, a escritores de subgéneros.
Y tiene razón: hasta ahora, el premio Nobel de literatura
sólo se les otorga a autores, en el caso de los narradores, de obras
catalogadas un tanto ambiguamente como «literarias», es decir, obras que
pertenecen a la alta cultura, independientemente de lo popular que en un
momento dado pueda ser el escritor en cuestión —como fue el caso de Gabriel
García Márquez—. El premio a Bob Dylan abre la puerta a la discusión sobre la
percepción que tiene la Academia Sueca de la alta cultura y de la cultura
popular. Por eso me llamó la atención el comentario de Philip Pullman, pues es
cierto, nunca se les ha dado el Nobel a autores de novelas de ciencia-ficción o
de novelas policiacas, por mencionar sólo dos géneros narrativos.
Está claro que la Academia Sueca acaba de abrir la puerta
a la cultura popular, pero no está muy claro si la mantendrá abierta de manera
permanente. La discusión, o quizá las discusiones, sobre estos temas relacionados
con el Nobel van a comenzar de manera seria (quizá) y no sabemos a dónde irán a
parar.
Volvamos a Dylan
El verdadero nombre de Bob Dylan es, o era, Robert Allen
Zimmerman, y por sus apellidos es fácil deducir que nació de padres judíos, el
24 de mayo de 1941, en Duluth, Minnesota. Cuando estaba en secundaria formó
varios grupos de música. En mayo de 1960 se salió de la escuela y se fue a
Nueva York, y comenzó a tocar en bares, en donde conoció otros músicos y
comenzó a hacer grabaciones. En agosto de 1962, legalmente cambió su nombre por
el de Bob Dylan, con el que el mundo lo ha conocido en el último medio siglo.
Se dice que escogió el nombre Dylan como apellido debido a su pasión por la
poesía del poeta Dylan Thomas.
Su discografía
Ese año apareció su primer disco, llamado sólo Bob
Dylan, en el que mezcló canciones suyas con otras de otros músicos, y
canciones tradicionales con arreglos suyos. Al año siguiente se publicó se
segundo disco, The Freewheelin' Bob Dylan, y la primera canción de ese
disco es la famosísima «Blowin' in the Wind», que conocemos en español (por lo
menos en México) como «La respuesta está en el viento». Esa canción, que tiene
53 años, quedó ligada al nombre de Dylan para siempre, y fue una de las que
identificó a su autor como una de las voces de su generación, y se convirtió en
uno de los himnos de los años 60, durante la lucha de los derechos civiles.
Esta canción la grabaron muchos artistas de su tiempo, y
fue un hit para el trío de cantantes Peter, Paul and Mary. De hecho, en esos
años, muchos otros artistas grabaron canciones de Dylan, como Joan Baez, The
Byrds, Sonny & Cher, The Hollies, The Association, Manfred Mann y The
Turtles.
Su disco fue muy escuchado y admirado por músicos y
críticos. George Harrison dijo alguna vez que The Beatles escucharon ese disco
muchas veces, y que tanto las letras de las canciones como la actitud de Dylan
les parecieron increíblemente originales y maravillosas.
Dylan ha tocado blues, spiritual, folk, rhythm & blues
y rock, y por supuesto, una mezcla muy propia de algunos de estos géneros.
La discografía de Bob Dylan, de 1962 a 2016 —estamos
hablando de una carrera que lleva 54 años— está compuesta, hasta ahora, por 37 álbumes
de estudio, lo que nos da un promedio de un álbum cada año y medio. Los títulos
son los siguientes:
1. Bob Dylan (1962)
2. The Freewheelin' Bob Dylan (1963)
3. The Times They Are a-Changin' (1964)
4. Another Side of Bob Dylan (1964)
5. Bringing It All Back Home (1965)
6. Highway 61 Revisited (1965)
7. Blonde on Blonde (1966)
8. John Wesley Harding (1967)
9. Nashville Skyline (1969)
10. Self Portrait (1970)
11. New Morning (1970)
12. Pat Garrett & Billy the Kid (1973)
13. Dylan (1973)
14. Planet Waves (1974)
15. Blood on the Tracks (1975)
16. The Basement Tapes (1975)
17. Desire (1976)
18. Street Legal (1978)
19. Slow Train Coming (1979)
20. Saved (1980)
21. Shot of Love (1981)
22. Infidels (1983)
23. Empire Burlesque (1985)
24. Knocked Out Loaded (1986)
25. Down in the Groove (1988)
26. Oh Mercy (1989)
27. Under the Red Sky (1990)
28. Good as I Been to You (1992)
29. World Gone Wrong (1993)
30. Time Out of Mind (1997)
31. Love and Theft (2001)
32. Modern Times (2006)
33. Together Through Life (2009)
34. Christmas in the Heart (2009)
35. Tempest (2012)
36. Shadows in the Night (2015)
37. Fallen Angels (2016)
Pero a esto hay que agregar un buen número de discos que
han aparecido con grabaciones que nunca se publicaron en disco en su momento,
demos, grabaciones no definitivas, álbumes en concierto, recopilaciones,
etcétera, que son alrededor de 50 discos más, y en total estamos hablando de
entre 85 y 90 discos.
Sus canciones
Sus interpretaciones siempre han sido materia de
discusión. Hay quien adoran la manera en que canta y toca sus canciones, hay
quienes simplemente no lo soportan, pero la calidad de sus letras nadie, o casi
nadie, las cuestiona. Quienes lo critican por su forma de cantar dicen que a
veces no se entiende lo que canta, lo cual es incomprensible teniendo en cuenta
que canta algunas de las que están consideradas las mejores letras de la música
popular. Todo esto lo comento porque hablamos de él, pero vale la pena recordar
que la Academia Sueca no lo premió como músico ni como cantante, sino como
letrista, es decir, como poeta.
Como escritor de canciones ha sido más que prolífico. En
Wikipedia podemos encontrar la lista de las canciones de Bob Dylan. Una nota
aclara que la lista sólo contiene las canciones cuya letra es de Dylan, y
aquellas en que aparece acreditado como coautor, pero no están las canciones
tradicionales ni aquellas que ha grabado pero que son de otros compositores.
Esta lista contiene 522 canciones, número que me parece asombroso (hablamos de
casi una canción al mes, durante 54 años de trabajo).
Al hablar de Dylan hay que tener en cuenta dos datos muy
importantes, para entender su dimensión como músico. Ambos son selecciones de
la revista Rolling Stone, publicación muy respetada en opiniones
musicales. El primero: la mencionada publicación lo reconoció en el año 2010
como el segundo artista más importante de la historia del rock. Los primeros
son The Beatles. (Véanlo de esta manera: con excepción de The Beatles, Dylan es
más importante para la historia del rock que cualquier otro cantante o grupo
que se les ocurra.) El segundo dato: en 2011 la misma revista publicó su lista
de las 500 mejores canciones de todos los tiempos, y la número uno es «Like a
Rolling Stone» de Bob Dylan (a menos, claro, de que se trate de una broma
debido al título de la misma).
Premios
Por otra parte, la lista de premios que se le han otorgado
a Bob Dylan es impresionante: le han dado títulos honorarios de Doctor en
Música en varias universidades, varios de sus discos y de sus canciones están
en diversos apartados del Salón de la Fama del Rock, ha sido nominado una gran
cantidad de veces a los premios Grammy, y se ganó muchos de ellos; España le
dio el premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2007, Francia le dio la
medalla de Comandante de la Orden de las Artes y las Letras en 1990, y en 2013
lo hizo Oficial de la Legión de Honor. En Estados Unidos se ha ganado muchos
premios y honores, entre ellos, en 2008 se le otorgó un Premio Pulitzer
especial, y en 2012 se le dio la Medalla Presidencial de la Libertad. En 2001
se ganó, además, el Globo de Oro a Mejor Canción Original por «Things Have
Changed» que está incluida en la película Wonder Boys (Curtis Hanson,
2000), y por la misma canción y la misma categoría se ganó el Oscar
correspondiente al año 2000, y ahora, en 2016, como cereza del pastel, se le
otorgó el Premio Nobel de Literatura.
Letras 1962-2001
La edición en español de su libro de letras de canciones
es Letras 1962-2001, el cual tiene varias ediciones en inglés, pues cada
vez que se reedita se le aumentan las letras de los discos aparecidos entre los
años de una edición del libro y la siguiente. En inglés apareció primero el
libro cuyo título traducido sería «Textos y dibujos», en 1973; luego otro
llamado «Letras» (Lyrics, o sea «letras de canciones»), que tenía las
canciones de Dylan de 1962 a 1985. Después apareció otro, llamado también Lyrics
pero en este caso de 1962 a 2001, que se publicó en inglés en 2004. Y ya se
anunció que pronto saldrá la nueva edición de este libro, supongo que con las
canciones escritas hasta 2012 en que apareció su álbum Tempest (hay que
recordar que los dos discos más recientes de Dylan, el de 2015 y el de 2016,
son de canciones que no fueron escritas por él).
La edición en español que les comento es la traducción del
libro aparecido en inglés en 2004, e incluye, por lo tanto, las canciones
escritas por él y que aparecieron en sus primeros 31 discos en estudio. El
libro es monumental, tanto en su número de páginas: 1,264, como en el trabajo
que representa, tanto de parte del autor (casi 40 años de escribir canciones:
para la siguiente edición, la que está a punto de aparecer en inglés el libro
contendrá la escritura de medio siglo), pero también es monumental por el
trabajo de traducción, de Miquel Izquierdo y José Moreno, y por parte de
Alessandro Carrera, autor de las notas sobre cada una de las canciones
incluidas. Es decir, en pocas palabras, hablamos de un libro estupendo.
De este libro se hizo una primera edición en español de la
editorial Global Rhythm en 2007, y luego ésta que les comento, del año 2011,
que es una coedición de Global Rhythm y Editorial Océano. El volumen contiene
una «Nota previa a la traducción», una breve «Introducción», y luego las letras
de las canciones, tanto en inglés como en español, separadas por álbumes. Y en
cada álbum, después de las letras están las notas, que nos comentan las
circunstancias en que las canciones se escribieron, en qué se basó Dylan para
componerlas, tanto la letra como la música, las fechas de grabación, y los
posibles orígenes e incluso significados diversos de algunos versos
específicos. Las notas son realmente muy completas y contienen detalles
fascinantes.
Para terminar: el Nobel
Luego de que la Academia Sueca anunció que Dylan era el
ganador del Premio Nobel de Literatura 2016, el cantautor, quien tenía
conciertos en Las Vegas en esas fechas, no declaró nada al respecto. La
Academia no pudo comunicarse con él. Comenzaron los rumores: ¿lo pensaba
rechazar? Finalmente, Dylan se comunicó con los organizadores del premio y
luego declaró que lo que sucedía era que el anuncio lo había dejado sin
palabras. Prometió asistir a recoger el premio.
. . . . . . . . . . . . . . .
Letras, 1962-2001. Bob Dylan. Global Rhythm y
Editorial Océano. 2011. 1264 págs.