Enemigo invisible
(Eye in the Sky, Inglaterra,
2015)
de Gavin Hood
Jesús Guerra
La coronel Katherine Powell (Helen Mirren) del ejército británico
se encuentra en una base en su país. Ha estado buscando a una mujer inglesa que
se unió a un grupo terrorista musulmán en Kenia y a su marido. Cuando recibe
información de que se reunirán, en ese país, en una casa junto a otros importantes
miembros de ese grupo terrorista, se pone en marcha un plan de vigilancia, con
drones y agentes en tierra, con la finalidad de capturarlos. Powell se
encuentra en comunicación con el lugarteniente general Frank Benson (el
recientemente desaparecido Alan Rickman), quien se encuentra en una oficina de
Londres, junto con Brian Goodale (Jeremy Northam), Angela Northman (Monica
Dolan) y George Matherson (Richard McCabe), todos funcionarios importantes del
gobierno británico, con imágenes en vivo desde el punto de reunión de los
terroristas. Los funcionarios deben ser testigos de la acción militar para
capturar a los ciudadanos británicos que son terroristas, y vigilar que todo se
lleve a cabo de manera legal para, entre otras cosas, evitar problemas políticos.
Los dos militares británicos, Powell y Benson, están también conectados con una
base militar estadounidense ubicada en el estado de Nevada, pues una unidad
militar americana de drones ayuda al ejército inglés en dicha operación.
Hasta aquí todo es eficiencia. El ojo en el cielo (que es
el título en inglés del film), una cámara en un dron a mucha altura, permite a
los militares tener una visión panorámica de una parte de la ciudad observada
hasta acercamientos extremos. Ven llegar a los terroristas. Powell pide ver el
interior de la casa, para intentar saber qué ocurre. Los agentes en tierra
tienen un dron en forma de pájaro cerca de la casa. Este minidron se acerca
volando y vuela cerca de las ventanas, pero los reflejos del sol impiden ver el
interior. Es el turno de otro agente en tierra, que tiene que acercarse con
algún pretexto a la casa de los terroristas, custodiada por personal
fuertemente armado, para poder lanzar otro dron, aún más pequeño, en forma de
mosca, y hacerlo volar hasta la casa y luego en el interior de la misma. Con
estas imágenes y con software de
reconocimiento logran identificar a los terroristas: son los que buscan. Pero
ven también que están armando, con chalecos explosivos, a dos jóvenes. Es decir
que hay un par de ataques suicidas inminentes. Powell pide que la operación
pase de captura a eliminación.
El ojo en el cielo ha permitido ver también que en la misma
manzana en donde están los terroristas, hay una casa en cuyo patio juega una
niña. Una niña muy simpática. Y para colmo —esto no lo saben los militares,
pero lo sabemos los espectadores— es una buena niña, que forma parte de una
buena familia, pues el padre la deja estudiar y jugar, en secreto, pues están
rodeados de vecinos musulmanes fundamentalistas.
Cuando la operación pasa de captura a eliminación, es decir a un
ataque con pequeños misiles aire-tierra (que se lanzarán desde el mismo dron
que toma las imágenes panorámicas, el cual es manejado desde la base americana
en Nevada), los militares hacen una estimación de daños. Pero la niña simpática
y bonita se encuentra ahora, para colmo de males, sentada junto a la cerca de
la casa de los terroristas, pues su madre la ha enviado a vender pan: está en
un área con un alto porcentaje de impacto, es decir que muy probablemente
morirá.
Esto desencadena el caos en la hasta ahora eficiente operación
militar. Los funcionarios ingleses no quieren que la niña muera. Porque es
inocente, porque es una niña, por las repercusiones políticas cuando las
noticias reporten los daños colaterales del ataque, porque ninguno quiere
cargar con la responsabilidad de ordenar el ataque, etcétera, etcétera. Por el
otro lado, los terroristas se están armando para los ataques suicidas, y cuando
salgan de esa casa se van a separar, y no se puede saber el número de víctimas,
pero probablemente serán muchas, cuando esos ataques suicidas se produzcan. La
decisión se tiene que tomar ya. Pero los funcionarios no entienden que ya es
ya. Y ninguno quiere cargar con la responsabilidad así que piden llamadas a
otros funcionarios... Y hasta el soldado estadounidense encargado de realizar
el ataque del misil a medio mundo de distancia pone sus condiciones...
Hay críticos que han visto estas escenas como una comedia. Pero la
película es un thriller dramático de
acción, y la escena es más bien desesperante. La desesperación puede ser un
efecto interesante en un film que quiere mostrar una disyuntiva como ésta. Pero
la cinta exagera tanto la indecisión y está tan obviamente de parte de la niña
(aunque las últimas palabras del personaje de Alan Rickman intentan equilibrar
la situación), que la obra se ve como una cinta de propaganda inglesa para
demostrarle al mundo lo mucho que les preocupan situaciones como ésta. ¿O trata
de mostrarnos lo indecisos que son los funcionarios ingleses (que contrapone
con la frialdad de los funcionarios estadounidenses consultados por teléfono)?
¿Y trata también de mostrar lo mucho que han avanzado los derechos de los
soldados estadounidenses, que se toman su tiempo y hasta piden reconsiderar las
cosas antes de cumplir con las órdenes que se les dan? Cada espectador decidirá
qué es lo que ve en esas escenas. No se puede negar que la idea es interesante,
pero el resultado final es sumamente discutible, a pesar, claro está, de lo
bien hecha que está la cinta, técnicamente, y de lo bien que están los actores,
sobre todo Helen Mirren, Alan Rickman, Jeremy Northam y el somalí Barkhad Abdi
(¿lo recuerdan?, estuvo nominado en los Oscares del 2013 por la película Captain
Phillips, de Paul Greengrass). Lo que también da material para
pensar es este asunto de los drones, minidrones y microdrones…
El director, Gavin Hood (nacido en 1963 en Johanesburgo,
Sudáfrica), es actor también, y en esta película tiene un papel pequeño,
interpreta al militar estadounidense que es el jefe directo del piloto del dron
(Aaron Paul). Ha dirigido A Reasonable Man (1999), In Desert and
Wilderness (2001), Tsotsi (2005), Rendition (2007), X-Men
Origins: Wolverine (2009), y Ender's Game (2013), además de
capítulos para series de TV. El guionista es Guy Hibbert (nacido en 1950, en
Oxford, Inglaterra), quien ha escrito capítulos de series de TV inglesas y
películas para TV.
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Enemigo Invisible (Eye in the Sky)
Dirección: Gavin
Hood
Guión: Guy
Hibbert
Fotografía:
Haris Zambarloukos
Edición: Megan
Gill
Diseño de producción: Johnny Breedt
Música: Paul
Hepker, Mark Kilian
Con: Helen
Mirren, Alan Rickman, Phoebe Fox, Aaron Paul, Barkhad Abdi, Jeremy Northam,
Richard McCabe, Monica Dolan y Gavin Hood, entre otros.
Género: Drama /
Thriller / Guerra
País:
Inglaterra
Año: 2015
Duración: 102
minutos
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