La
asesina
(Point
of No Return, EEUU, 1993)
de John Badham
Jesús
Guerra
Point of No Return se
convirtió para el mercado externo a los Estados Unidos en The Assassin y, por consecuencia, en español, en La asesina, título bastante
desafortunado y falto de imaginación.
La Asesina —lo dijo
Peter Travers, el crítico cinematográfico de la revista norteamericana Rolling Stone— «es un remake perfectamente inútil». ¿Para qué
rehacer una película francesa (Nikita
[1990], de Luc Besson) que, así como está, funciona a la perfección? Quizá
porque, contra lo que pudiera creerse, los norteamericanos son muy cerrados al
cine extranjero. Nueva York es, lógicamente, la excepción, y un poco Los
Ángeles, pero el resto del país no va a ver más que filmes producidos en los
Estados Unidos o de otros países, pero en inglés. Es la única explicación para
los continuos remakes de los últimos
años. Una película extranjera gusta, sí, pero pocos la verán. Entonces, los
estadounidenses compran los derechos, la vuelven a filmar, y se quedan con las
ganancias. Esa es la explicación económica, que es —hasta donde yo puedo ver—
la única que hay. Desde el punto de vista estrictamente cinematográfico es una
inutilidad.
La
historia, por supuesto, es la misma de la cinta original de Luc Besson. Incluso
en la primera parte de la película hay algunos diálogos que son idénticos. En
la segunda parte se dan una serie de cambios que tienen que ver más con el
lugar en donde fue filmada la película (Los Ángeles y Nueva Orleans) que con la
situación política norteamericana.
Y
si Los Ángeles no es París, Bridget Fonda tampoco es —y dista mucho de serlo—
Anne Parillaud. La transformación de Nikita en una agente es una verdadera
metamorfosis. La desgarbada drogadicta, que pasa a ser una elegantísima y
peligrosa mujer/agente, es mucho más eficaz en la versión francesa. La cinta
norteamericana nos da la impresión de ser una versión “fresa” de la misma
situación. Por fea que maquillen a Bridget Fonda, siempre presenta su mejor
aspecto.
La
versión norteamericana, es decir La
Asesina, es justamente eso: una versión norteamericana, una visión
agringada de Nikita. Las escenas de
acción están aquí más rellenas de balas y de fuego, y no son, por eso, más
efectivas, ya que la versión original de Luc Besson contaba más con el elemento
del suspenso.
La Asesina es quizá
más rápida y sin embargo aburre en algunos momentos porque la tensión no parece
ser el fuerte del director John Badham. Es también una película que denota
muchas pequeñas cosas que la versión francesa mantenía ambiguamente implícitas.
Quizá los norteamericanos tienen miedo de que el espectador no sea capaz de
comprender, y entonces explican, quitándole al público el placer de “descubrir”
esos detalles.
El
papel de Bob, interpretado por Gabriel Byrne, es aparentemente más cotidiano
que el del Bob de Nikita (Tcheky
Karyo), quien con su supuesta dureza y neutralidad resultaba, finalmente, más
emotivo. En la versión francesa, el papel del novio de Nikita es de una
importancia fundamental, no sólo en el argumento, sino emocional y
humorísticamente. Jean-Hugues Anglade es un actor de primera línea, de una
naturalidad y una simpatía impresionantes. En La Asesina, el novio es un tipo absolutamente insoportable que en
lugar de equilibrar, desequilibra la cinta. La simpatía necesaria para sus
secuencias simplemente se encuentra ausente. Además, en la versión original,
este hombre es un empleado de supermercado. Un tipo, en apariencia, sin
pretensiones. Un detalle que nos habla de una situación específica de la
Francia de nuestros días. En la versión norteamericana es también un empleado,
pero en este caso de una compañía que renta departamentos. Barre, cobra la
renta… pero eso es lo que hace para vivir, ya que en realidad es un fotógrafo.
Esa doble situación nos habla, también, de la realidad norteamericana, sobre
todo en una ciudad como Los Ángeles, pero… ¿no nos habla también de los
guionistas y de los productores de la cinta? ¿Por qué no utilizar para la
historia a un muchacho que no tiene aspiraciones ni pretensiones? ¿Quizá porque
el desencanto es poco norteamericano?
Por
último, Víctor, el Limpiador, un
pequeño personaje de gran importancia en el argumento, está interpretado
espléndidamente en ambas versiones (Harvey Keitel, en La Asesina; Jean Reno en Nikita).
Sin embargo, es mucho más impresionante la muerte de el Limpiador en la versión francesa. Una muerte más absurda, en el
silencio de la noche, detenido en un semáforo en rojo en una calle solitaria,
en lugar de esa escena plenamente hollywoodense de La Asesina, aplastado por un automóvil.
Tal
parece que los norteamericanos, educados en Disneylandia, necesitan de fuegos
artificiales y sonidos ensordecedores para darse cuenta de que se la están
pasando bien. Sin embargo, hay que reconocer el profesionalismo con que los
norteamericanos ejecutaron su copia. Se necesita valor, ya que —al igual que sucede
en esta reseña— es imposible ver su película sin remitirse automáticamente a la
original.
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Las reseñas de la sección Cine de Hoy
(2001-2010), y muchas de Cine de Ayer
(1971-2000), salvo aclaración, fueron escritas en las fechas del estreno en
México de esas obras, en salas de cine o en video, y son publicadas aquí (más o
menos) como fueron publicadas en su momento en medios impresos de Coahuila.
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Actualización:
¿Qué
pasó con la carrera cinematográfica de Bridget Fonda? Después de Point of No Return (1993) filmó todavía
mucho hasta 2002, año en que hizo su última película, la cual fue para la TV, Snow Queen.
Por
su parte, el realizador John Badham (nació en Inglaterra en 1939), quien
comenzó su carrera en 1971 rodando series y películas para la TV, hizo su
primer largometraje para el cine en 1976: The
Bingo Long Traveling All-Stars & Motor Kings. Y al año siguiente, su
segunda película lo hizo famoso: Saturday
Night Fever. Su tercera película fue también muy conocida: Drácula (la versión con Frank Langella).
Entre las que filmó después de La asesina
están: Another Stakeout (1993), Drop Zone (1994), Nick of Time (1995), Incognito
(1997), pero a partir de 1998 regresó a la TV, para la que ha dirigido películas
y muchos capítulos de series, algunas muy conocidas como The Shield, Crossing Jordan,
Heroes, Criminal Minds, Supernatural
y, el colmo: Nikita.
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La
Asesina (Point of No
Return)
Dirección: John
Badham
Guión: Luc
Besson (La Femme Nikita), Robert
Getchell, Alexandra Seros
Fotografía: Michael
W. Watkins
Edición: Frank
Morris
Dirección de arte: Sidney
Z. Litwack
Con: Bridget
Fonda, Gabriel Byrne, Dermot Mulroney, Miguel Ferrer, entre otros
Género: Acción,
Crimen, Drama
País: EE.UU.
Año: 1993
Duración: 109
minutos
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