sábado, 9 de enero de 2016

Jamón, jamón, de Bigas Luna





Jamón, jamón
(España, 1992)
de Bigas Luna

Jesús Guerra

La cartelera cinematográfica que recorre el país es casi completamente norteamericana y casi completamente comercial. Son rarísimos los filmes mexicanos o europeos que podemos ver en las salas de cine, y más raras aún las películas con propuestas diferentes a la muy sobada receta estadounidense, sea cual pudiera ser su país de origen.*




México y el mundo descubrieron hace unos años, con verdadero regocijo, el cine del realizador español Pedro Almodóvar. Pero, por supuesto, y aunque los distribuidores crean lo contrario, hay más directores en España. Por fortuna, se han distribuido en nuestro país las dos más recientes cintas de Bigas Luna, Las edades de Lulú (1990), primero, y ahora Jamón, jamón. Aunque por supuesto no son sus únicos filmes (tiene, entre otros, Tatuaje (1978), Bilbao (1978), Caniche (1979), Reborn (1981) y Angustias (1987). [Ver la “Actualización”, al final de la reseña.]

Alguno se habrá presentado en la Ciudad de México en algún cine-club, en algún festival o habrá circulado en video, pero en general Bigas Luna era desconocido en nuestro país hasta antes de Las edades de Lulú. Su siguiente película es una obra divertida, interesante, desbordante de simbolismos en varios niveles, que se desplaza cómodamente de un género a otro, de la comedia al melodrama sin excederse hasta, quizá, el final, pero los excesos de una cinta no son necesariamente un defecto.



Jamón, jamón inicia con la toma de uno de los escenarios principales de la historia, la casa de Silvia (Penélope Cruz) y su madre (Anna Galiena), vista desde la colina en donde se encuentra un enorme toro, el anuncio de un conocido brandy español, y más específicamente la toma se realiza desde los cojones del animal (sobre ellos, aparece el crédito del director). Luego están los tráilers que pasan a toda hora. ¿Qué significan? ¿Una supuesta modernidad que inunda el desértico paraje? ¿La mecánica, dura, pesada masculinidad que todo lo arrolla?




Silvia es la hija de la dueña de un bar, una cocinera de “tortillas de patatas” y prostituta. Julia es la novia de José Luis, el niño rico hijo del fabricante de los calzoncillos Sansón (“todos tenemos un Sansón en nuestro interior”, dice el slogan). Silvia está embarazada y cuando se lo dice a José Luis, éste le promete que se casarán. El único obstáculo es la madre de él, pero hablará con ella o se independizará, pues está cansado de que lo traten como un niño. Cuando José Luis habla con su madre, ésta pone el grito en el cielo, pero además idea un plan. Contrata a Raúl (Javier Bardem), un repartidor de jamones (de los jamones Los Conquistadores, Hernán Cortés y hermanos), quien ha ido a buscar trabajo a la fábrica de calzoncillos como modelo. La madre de José Luis (Stefanía Sandrelli) considera que Raúl es muy guapo y lo contrata para que enamore a Silvia. Sin embargo, es ella misma quien se enamora de Raúl. Las cosas se van complicando cuando nos enteramos que José Luis no sólo es el novio de Silvia, sino que es el amante de la madre de ésta, al igual que lo fue su propio padre.




La necesidad de afecto, el deseo, la corrupción económica, los chantajes sexuales, la sobreprotección, la posesión de unos por otros, la feminidad, la masculinidad, la pureza y su contrario, son los elementos que tienen la mayor importancia en esta historia, y son los elementos constantemente simbolizados de mil maneras, logrando que este film sea un verdadero banquete (ya que los alimentos tienen su papel, también), un festín, una cinta riquísima, rebosante de significados.




Las perlas de la aparentemente decente madre se le caen constantemente, y su hijo está harto de las presiones sociales y familiares, y por carecer de cojones se los rompe al toro de cartón, para que Silvia los recoja y se tape con ellos para protegerse de la lluvia… si el trágico y melodramático final resulta edípico es porque Bigas Luna nos bombardea con símbolos para decirnos… ¿qué?, ¿que nuestra sociedad tiene acorralado al deseo, que debemos bajarlo a golpes de los anuncios para hacerlo parte de nuestra vida “real”, aceptarlo, liberarlo? Vea Jamón, jamón, gócela y decida.




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* Las reseñas de la sección Cine de Hoy (2001-2010), y muchas de Cine de Ayer (1971-2000), fueron escritas en las fechas del estreno en México de esas obras, salvo aclaración, y son publicadas aquí (más o menos) como fueron publicadas en su momento en medios impresos de Coahuila.

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Actualización:
El director Bigas Luna (nacido el 19 de marzo de 1946, en Barcelona, murió el 6 de abril de 2013), realizó varias películas posteriores a la reseñada aquí, entre ellas: Huevos de oro (1993), La teta y la Luna (1994), Bámbola (1996), La femme de chambre du Titanic (1997), Volavérunt (1999), Son de mar (2001), Yo soy la Juani (2006), Mouche d’amour (2010) y Di Di Hollywood (2010).

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Jamón, jamón. Dirección: Bigas Luna. Guión: Cuca Canals, Bigas Luna y Quim Monzó. Fotografía: José Luis Alcaine. Edición: Teresa Font. Diseño de producción: Gloria Martí-Palanqués y Pep Oliver. Música: Nicola Piovani.  Con: Stefanía Sandrelli, Anna Galiena, Juan Diego, Penélope Cruz, Javier Bardem y Jordi Mollà, entre otros. País: España. 1992. 95 minutos.




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