Netflix, Working Title Films |
Rebeca
Película
(Rebecca, Reino Unido, Estados Unidos,
2020)
de Ben Wheatley
Jesús Guerra
Una joven inglesa
(Lily James) trabaja como dama de compañía para la insoportable señora Van
Hopper (deliciosamente insoportable, hay que decirlo, gracias a la
interpretación de Ann Dowd) la cual pasa sus vacaciones en Monte Carlo. La
acción transcurre a fines de los años 30. La señora Van Hopper ha visto que
Maxim de Winter (Armie Hammer) es también huésped del hotel y le ordena a su acompañante
que le pida al jefe de meseros que la siente al lado del señor De Winter en la
cena, para «entretenerlo», pues debe de seguir tristísimo debido a que enviudó
un año atrás. ¿Y quién es el señor De Winter? El dueño de Manderley, una
mansión de ensueño en Inglaterra. La joven hace lo que su patrona le ordena,
pero no logra su objetivo, lo que sí logra es cautivar a Maxim. La joven y
Maxim pasan, entonces, varios días paseando y comiendo juntos, gracias a una
oportuna enfermedad de la señora Van Hopper, hasta que ésta decide irse a Nueva
York y le ordena a su dama de compañía que prepare sus maletas pues se marchan
a la mañana siguiente.
La chica, en la
mañana, le avisa a Maxim de lo que va a suceder y éste le pide que se vaya con
él a Manderley. Y juntos le dan la noticia a la expatrona Van Hopper, la cual los
felicita con una enorme y falsa sonrisa, muerta de envidia. Hasta aquí, la
cinta se ha desarrollado más o menos como una comedia romántica. A partir de la
llegada a la asombrosa Manderley, la obra se convierte, ahora sí, en un drama
de misterio, dominado por una villana de antología, la señora Danvers (una
estupenda Kristin Scott Thomas) y por la sombra larguísima y densa de Rebecca,
la esposa fallecida de Maxim. La lucha de la nueva señora De Winter es,
entonces, contra un fantasma, un fantasma que se encuentra en la mente de
cuantos conocieron a Rebecca, al parecer, una mujer perfecta.
Y la lucha que ha
tenido que entablar esta nueva adaptación de la novela homónima de Daphne Du
Maurier ha sido con su propia Rebecca, es decir, con la exitosísima
película de 1940 de Alfred Hitchcock (a pesar de que ha habido numerosas
adaptaciones posteriores, para cine, televisión, teatro y radio). El fantasma
de la Rebecca de Hitchcock habita también en la mente de muchos críticos
que de inmediato han atacado la nueva adaptación, algunos con profunda saña. A
mí, en cambio, esta nueva versión de Netflix, dirigida por Ben Wheatley, me ha
gustado, en términos generales. No es perfecta, por supuesto, creo que tiene
algunos problemas de ritmo y de atmósfera, aunque me parece bien contada, y
tiene un final agregado que no termina de convencerme.
Sin entrar en
detalles, para no arruinarles la experiencia a quienes no hayan visto ninguna
de estas dos adaptaciones ni hayan leído la novela, puedo decirles que la cinta
de Hitchcock tuvo que hacer un cambio importante en la parte final de la
película, en uno de los puntos clave, debido al tristemente célebre Código
Hays, o Código para la Producción de Películas que estuvo vigente de 1934 a
1968 en los Estados Unidos, el cual servía de guía para la autocensura de la
industria cinematográfica norteamericana, para evitarse problemas con la ley,
como prohibiciones de exhibición o juicios por faltas a la moral. El cine es un
medio mucho más masivo que los libros, así que la novela no tuvo ningún
problema a pesar de haber sido un bestseller, y hasta se ganó el
National Book Award en los Estados Unidos en 1938 (aunque la autora era
inglesa). La nueva versión (que no se asume, por supuesto, como un remake
de la cinta de Hitchcock, sino como una nueva adaptación de la novela) cuenta
esa escena fundamental como está en la novela, pero a cambio hace otros cambios
en la parte final, que tampoco me convencen, para darle mayor importancia al
papel que juega la protagonista en esa sección de la cinta. Tienen sentido si
suponemos que tanto los guionistas como el realizador estaban pensando en los
espectadores (y sobre todo en las espectadoras) de las nuevas generaciones, que
muy probablemente no han visto la película de Hitchcock ni han leído la novela
(ni les interesa hacerlo), pero no es del todo coherente con la personalidad de
la nueva señora De Winter (que, dicho sea de paso, su nombre nunca es
mencionado, en ninguna de las dos adaptaciones ni en la novela, como contraste
con las constantes menciones a Rebecca).
Lily James interpreta
bastante bien su papel, y de hecho tal vez concuerde mejor con la idea de la novela,
una chica pequeña, frágil, ingenua, buena, guapa pero insegura, que es
vapuleada por la siniestra señora Danvers y por las circunstancias en que se
encuentra, intimidada por la estatura social de su marido, de su familia, de la
mansión en que vive y del fantasma de Rebecca, pero a la hora de compararla con
Joan Fontaine (los que la comparamos, claro) pues no sale muy bien librada.
Armie Hammer ha sido criticado por no verse lo suficientemente inglés, pero en
mi opinión (todo es cuestión de perspectivas) en esta versión Maxim es más
cálido, más cercano, más vulnerable, más «real», por lo menos para nuestro tiempo;
la interpretación de Laurence Olivier tal vez era más cercana al comportamiento
inglés, sobre todo en esa época, pero desde nuestros días se ve demasiado
lejano y desinteresado.
Los decorados, las
locaciones, la fotografía, la iluminación, las paletas de colores de cada
escena, los vestuarios, son estupendos. Y la música, muy sutil durante la mayor
parte de la cinta, es interesantísima, algo extraña y muy bella, a pesar de que
para una buena parte de los espectadores pasará desapercibida. Lo que esta
cinta definitivamente no logra es la atmósfera claustrofóbica y siniestra de la
cinta de Hitchcock.
En el sitio IMDb,
cuyos usuarios tienden a ser implacables, la Rebecca de Hitchcock tiene
una calificación de 8.1 / 10 (a pesar de ser de Hitchcock y a pesar de que tuvo
en su momento 11 nominaciones a los Óscares, de los cuales se ganó dos: Mejor
Fotografía y Mejor Película), y en Metascore tiene una calificación de 86 /
100. En cambio, la Rebecca de Ben Wheatley tiene 6 / 100 en IMDb y 46 /
100 en Metascore, lo cual, la verdad, me parece injusto. Pero eso nos muestra,
entre otras cosas, la enorme fuerza que ejerce aún la sombra de la cinta de
1940, el fantasma de la Rebecca de Hitchcock.
. . . . . . . . . . .
. . . .
* Todas las imágenes
que acompañan esta entrada son propiedad de Netflix y Working Title Films
Rebecca
Producción: Netflix, Working Title
Films
Dirección: Ben Wheatley
Guion: Jane Goldman, Joe Shrapnel, basado en la novela
homónima de Daphne Du Maurier
Fotografía: Laurie Rose
Música: Clint Mansell
Edición: Jonathan Amos
Diseño de producción: Sarah Greenwood
Dirección de arte: Will Coubrough, Nick
Gottschalk, Louise Lannen, Will Newton
Vestuario: Julian Day
Con: Lily James (Señora de Winter), Ann Dowd (Señora Van
Hopper), Armie Hammer (Maxim de Winter), Kristin Scott Thomas (Señora Danvers),
Tom Goodman-Hill (Frank Crawley), Sam Riley (Jack Favell), entre otros.
Género: Drama, misterio
País: Reino Unido, Estados Unidos
Idioma: Inglés
Año: 2020
Duración: 121 minutos
Está en Netflix
Me gusta mucho Lily James, pero mmmh, Rebecca no me ha llamado asi lo suficiente como para verla.
ResponderBorrarLa verdad es que vale la pena. Puedes empezar a verla por curiosidad, por todo este asunto de la polémica por la cinta de Hitchcock, pero creo que te enganchará, incluso si al final no te gusta del todo...
BorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrar