Escobar
(Escobar: Paradise Lost, Francia, España,
Bélgica, Panamá, 2014)
de Andrea Di Stefano
Jesús Guerra
Poco antes de que Pablo Escobar (Benicio del Toro en un
papel que le va de maravilla) cumpliera su parte del trato con el gobierno
colombiano y se entregara, citó a una junta a algunos de sus hombres de
confianza y a cada uno lo mandó en un vehículo a algún sitio de las montañas, a
enterrar una buena parte de su fortuna. Cada uno de estos choferes tenía
órdenes distintas. Uno de ellos era Nick (Josh Hutcherson, Los juegos del
hambre), un canadiense casado con María (la española Claudia Traisac), la
sobrina a la que Pablo quería «como una hija». Pablo se sentó al lado de Nick
en el automóvil y le explicó lo que debía hacer. Ir hasta la plaza central de
un pueblo cercano —que le señaló en un mapa—, esperar a un campesino que le
preguntaría por un número y seguir la ruta que le señalaría el hombre. Debían
llegar a una cueva, bajar las cajas que ya estaban cargadas en el vehículo,
asegurarlas, y luego el hombre volaría la entrada de la cueva para cerrarla. Después
venía la parte más dura para Nick: tendría que matar al hombre con un disparo a
la cabeza, un disparo a muy poca distancia. Nick estaba nervioso; dijo que
nunca había hecho eso. Pablo Escobar le dijo que en las circunstancias en las
que estaban todos tenían que sacrificar algo, que estaba orgulloso de él, y que
lo quería como a un hijo. Pablo Escobar se bajó del vehículo. Nick arrancó.
Aquí, la cinta corta su secuencia temporal y en un
flash-back que dura aproximadamente la mitad de la película, nos narra lo que
sucedió meses atrás, cuando Nick llegó a Colombia con su hermano y la novia de
éste, para cumplir el sueño del hermano: crear un pequeño centro para surfistas
en una playa colombiana, el paraíso mismo. Poco después, Nick conoció a María
en un pueblo, una chica que le encantó y que trabajaba en una clínica, a las
órdenes de su tío, ayudando a la gente pobre. Pasaría todavía un tiempo antes
de que Nick supiera quién era el tío de su novia, y todavía más para que
realmente lo entendiera. Nick pasa de ser el novio de María a ser el marido de
María, y entra así, muy ingenuamente, a la familia Escobar. Poco después
comienza la tormenta, los medios de comunicación hablan de la guerra que
enfrenta Pablo Escobar con el gobierno, de los actos terroristas, de los
asesinatos... la sorpresa es también para la también ingenua María. Cuando aún
eran novios ella y Nick él le preguntó cómo había hecho tanto dinero su tío, y
ella le respondió que por la cocaína, un producto que durante siglos usaron los
indígenas de Colombia, que lo único que hacía su tío era exportar un producto
nacional, y que además la mayor parte de las ganancias las destinaba su tío a
los pobres pues Pablo era como Robin Hood. Cuando por fin entienden las cosas
se dan cuenta que en realidad son unos prisioneros de Pablo Escobar.
La historia está contada desde el ámbito familiar; la violencia
no se ve, más que en los noticieros, hasta la última parte de la cinta, lo cual
está bien pues más que una película de acción lo que vemos es un thriller
intimista (cuya producción tiene la ventaja de costar muchísimo menos). En los
créditos no vi ninguna nota que indicara que ésta sea una película basada en
hechos reales. Leyendo en internet leí en alguna parte que sólo está basada en
ciertos hechos reales, pero no me queda claro si eso se refiere al contexto, es
decir la historia de Pablo Escobar, o a la historia central, la del canadiense.
En todo caso, lo que no me gusta de esta cinta es precisamente que el personaje
central sea canadiense, o más precisamente, que no sea colombiano. Porque esto
parece indicar que el sufrimiento causado por el narcotraficante a los
colombianos cobra importancia a partir de que toca a un extranjero del primer
mundo (en este caso canadiense). Entiendo, sí, que si el personaje central es
ajeno por completo al contexto, la historia se puede contar como un
descubrimiento, o por lo menos se justifica mejor, sin embargo eso de que el
supuesto personaje central sea un extranjero, en una historia totalmente
colombiana, no deja de ser un tanto molesto, por lo menos para nosotros los
latinoamericanos.
Escobar, filmada en Panamá, fue escrita y
dirigida (es su opera prima), por el actor italiano Andrea Di Stefano
(curiosamente Italia no participa como productor de la cinta, pero sí otros
tres países europeos, Francia, Bélgica y España, además de Panamá). Como
primera película de un director es bastante sólida, y más si tenemos en cuenta
que está hablada en dos lenguas que no son la suya (español e inglés) y que
transcurre en un país que no es el suyo. Es interesante y tiene momentos de
tensión muy bien manejados. Además, logró el realizador crear algunas escenas
muy bellas. En términos generales las actuaciones son adecuadas aunque Josh
Hutcherson pudo estar mejor, pues es muy poco expresivo; y obviamente quien
sobresale, lleva el peso de la cinta y la marca aún en las escenas en que no
está en pantalla, es Benicio del Toro.
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Escobar (Escobar:
Paradise Lost, 2014). Dirección:
Andrea Di Stefano. Guión: Andrea Di
Stefano y Francesca Marciano. Fotografía:
Luis David Sansans. Música: Max
Richter. Diseño de producción: Carlos
Conti. Con: Benicio del Toro, Josh
Hutcherson, Claudia Traisac y Carlos Bardem, entre otros. 120 minutos.