Asterix y Obelix al servicio de su
majestad
(Astérix et Obélix: au service de
sa majesté,
Francia, España, Italia, Hungría, 2012)
de Laurent Tirard
Jesús Guerra
A pesar de que las historietas no pasan bien a los dibujos
animados ni a las películas con actores, los productores fílmicos del planeta
insisten en llevar a la pantalla, con actores, obras que nacieron en el
ambiente de la historieta, y los resultados van de pésimos (incluso
extrañamente desagradables) a pasables, y, en contadas ocasiones, muy buenos.
En el caso de los famosos cómics de Asterix y Obelix (creados por René Goscinny
[1926–1977] y Albert Uderzo [nacido en 1927], cómic francés nacido en 1959 en
la revista Pilote), ya se han hecho cuatro películas con resultados
desiguales: Astérix & Obélix contre César (1999, Claude Zidi), Astérix
& Obélix: Mission Cléopâtre (2002, Alain Chabat), Astérix aux jeux
olympiques (2008, Frédéric Forestier y Thomas Langmann) y la que ahora
comento, Astérix et Obélix: au service de sa majesté (2012, Laurent Tirad).
Llama la atención que las cuatro películas hayan sido dirigidas por cinco
realizadores diferentes (la tercera acredita a dos directores), que Asterix
haya sido intepretado por tres actores diferentes (Christian Clavier en la
primera y la segunda; Clovis Cornillac en la tercera, y Edouard Baer en la
cuarta; que Baer, quien interpreta a Asterix en la cuarta cinta, en la segunda
interpretara a otro personaje, Otis; y que, en cambio, Gérard Depardieu haya
interpretado a Obelix en las cuatro películas.
Las calificaciones de los usuarios del sitio IMDb (internacionales,
pero en su gran mayoría estadounidenses) para estas cintas son bastante malas:
5.8 / 10; 6.6; 5.1 y 5.3. De éstas yo sólo vi la primera, en sala de cine y
tengo recuerdos muy vagos de ella, y recientemente la cuarta, en DVD, la cual
me ha parecido simpática. No me reí a carcajadas en ningún momento, pero creo
que el tono general es simpático y disfrutable, aunque es evidente que hay
momentos fallidos, que debieron ser cómicos pero no funcionan. Es quizá lo más
cercano que tienen los franceses (pero aún lejano) al tono del inglés Flying Circus del grupo cómico Monty
Python.
Vayamos a la película: Como todos sabemos la Galia está
ocupada por los romanos, salvo el pequeño poblado de Asterix, mismo que gracias
a la poción mágica que produce fuerza sobrehumana hecha por el mago de la
aldea, ha logrado hacerles frente a las legiones del César (Fabrice Luchini).
Al inicio de esta cinta vemos al ejército romano dirigiéndose a esa curiosa
isla al borde del mundo llamada Britannia con la intención de conquistarla. Por
supuesto, logran su objetivo, salvo por un pequeño reino, gobernado por la
reina Cordelia (Catherine Deneuve) que ha resisitido pero que está a punto de
desfallecer. La reina le pide a uno de sus oficiales, Jolitorax (Guillaume
Galienne), que la aconseje, y éste le dice que tendrían que pedirle ayuda a los
galos que han resistido también gracias a su poción mágica. La reina está de
acuerdo, un poco a fuerza pues eso de pedirle ayuda a los galos... y Jolitorax
va a la aldea de Asterix a pedir ayuda. Mientras tanto, Asterix y Obelix tienen
una tarea en su aldea, encomendada por su rey, hacer un hombre de uno de los
sobrinos del gobernante. El sobrino es Goudurix (Vincent Lacoste), quien acaba de
llegar de Lutecia (que luego de muchísimos años se convertirá en París), y es
un jovencito que se cree artista sensible y seductor.
A la solicitud de ayuda de Jolitorax para vencer a los
romanos, el rey envía con él a Asterix, Obelix y Goudurix (pues es una buena
ocasión para su educación viril) con un barril de poción mágica. Y así comienza
la aventura, la cual, como debe de ser, nunca marcha como estaba planeado. Sin
embargo, los mejores momentos de esta obra no se encuentran en esta aventura
sino en los diversos encuentros de los personajes con romanos, inmigrantes sin
papeles (en este caso sin papiros), y con los bretones. Y con el enfrentamiento
entre los estereotipos, que tanto los galos como los bretones tienen de unos y
otros, con la realidad (la cual, aunque suavizada, tiende a confirmar esos
estereotipos). Los bretones son rígidos, contenidos (flemáticos se decía
antes), demasiado preocupados por las apariencias. «Un caballero nunca corre»,
dicen los propios bretones, en circunstancias en que tendrían que estarlo
haciendo. Y el propio César dice que tienen una extraña costumbre: a las 5 de
la tarde dejan de hacer lo que están haciendo, no importa lo que sea, para
tomar su bebida preferida: agua caliente. Los galos en cambio son vistos como
sucios, malolientes y maleducados, es decir, bárbaros. ¡Y además están los
normandos!, unos guerreros que no conocen el miedo. Hay una pequeña escena con
ellos que es una maravilla.
He visto un fragmento de esta película doblada al español
de España y por supuesto esa versión es horrenda. El DVD que tengo sólo tiene
(por fortuna) el audio original (y subtítulos en español). Es interesante
(además de que es el audio original, ¡por favor, siempre el audio original!)
porque los bretones están interpretados por actores franceses, hablando en
francés con acento inglés, y poniendo los adjetivos «al revés» (la poción
mágica es 'la mágica poción'), que es una de las críticas de los galos a los
bretones: esa manía de hablar al revés... El vestuario de la reina Cordelia es
una maravilla porque es como el de la actual reina de Inglaterra, y Fabrice
Luchini como el César, aunque en un papel muy pequeño, es muy divertido. Y es
que el reparto es estupendo, aunque algunos de los mejores actores intervienen
en papeles pequeñísimos, hasta Jean Rochefort aparece.
Vale la pena apuntar que en general los efectos especiales
están bien realizados y bien usados, sobre todo para los momentos en que
debemos recordar que lo que vemos es, en su origen, un cómic. Se supone que es
un film para toda la familia, y en Europa de seguro lo es; en el caso de
México, y supongo que de una buena parte de Latinoamérica, creo que habrá que
explicarles demasiadas cosas a los niños (y adolescentes) para que entiendan la
idea, y de seguro se van a aburrir.
. . . . . . . . . . . . . . .
Asterix y Obelix al servicio de su majestad (Astérix et Obélix: au service de
sa majesté).
Dirección: Laurent Tirard.
Guión:
Laurent Tirard, Declan May, Grégoire Vigneron, basado en dos libros de René
Goscinny y Albert Uderzo.
Fotografía: Catherine Pujol y Denis Rouden.
Edición: Valérie Deseine.
Diseño de producción: Françoise Dupertuis.
Música:
Klaus Badelt.
Con:
Gérard Depardieu, Edouard Baer, Guillaume Gallienne, Vincent Lacoste, Valérie
Lemercier, Fabrice Luchini, Catherine Deneuve, Charlotte Le Bon, Atmen Kelif y
Jean Rochefort, entre otros.
Género:
Aventura / Comedia / Familiar / Adaptación de cómic
País:
Francia, España, Italia, Hungría.
Año:
2012.
Duración: 110 minutos.
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