For All Mankind
Serie de TV
https://www.imdb.com/title/tt7772588/fullcredits
For All Mankind
Serie de TV
https://www.imdb.com/title/tt7772588/fullcredits
Flitcraft, Wonderful Films, Netflix |
Gambito de dama
Miniserie de TV
(The Queen's Gambit.
Estados Unidos, 2020)
Creadores: Scott Frank, Allan
Scott
Jesús Guerra
Lo primero que me
dije —en silencio, por supuesto— al terminar de ver la miniserie Gambito de
dama fue: «¡Quién hubiera pensado —fuera de los más enfebrecidos
ajedrecistas— que el ajedrez es tan apasionante!» Pero eso, en realidad, no es
del todo cierto, lo verdaderamente apasionante es esta serie que gira en torno
al universo del ajedrez, y está tan bien estructurada, escrita, actuada,
fotografiada, editada, musicalizada, producida y dirigida que nos entretiene,
nos divierte, nos entristece, nos alegra y nos emociona como si los
espectadores en realidad entendiéramos algo de ajedrez.
En realidad, lo que
nos gusta y nos emociona es la carrera de éxito de su protagonista, Beth Harmon
(interpretada de manera estupenda tanto de niña, por Isla Johnston, como de
joven, de los 15 años en adelante, por Anya Taylor-Joy). Tuvo una infancia
difícil —padres separados, madre inestable; huérfana a los 8—, vivió en un
orfanatorio hasta los 15, cuando fue adoptada por otra pareja voluble. Pero del
orfanatorio sacó una amiga para toda la vida, sus primeras lecciones de ajedrez
(a cargo de un conserje, hosco pero en el fondo sentimental) y una dependencia
por los tranquilizantes (sí, a fines de los años 50 —por lo menos según la
serie—, en los orfanatorios les daban tranquilizantes a los niños, junto con
sus vitaminas, para «mejorarles su actitud»). Para cuando el Estado prohibió, de
un día para otro, que se administraran esas sustancias a los niños, ya era
tarde para Beth.
Beth era
sorprendentemente buena para las matemáticas y una superdotada para el ajedrez.
Cuando el señor Shaibel, el conserje (Bill Camp) ya no podía ganarle, se la
presentó al presidente del club de ajedrez de una secundaria, el cual quedó tan
impresionado con la niña que la llevó al club para que jugara 12 partidas
simultáneas con los jóvenes, lo cual terminó de darle a Beth la confianza que
requería. Ya más grande, por una revista de ajedrez, se enteró de un concurso y
ahí comenzó su carrera.
Gambito de dama es una serie en la que todos los elementos están
bien o muy bien, su estructura es muy buena, ajustada y precisa, aunque no es
nada original, es la típica de muchas obras, particularmente de las
novelas-películas-series sobre deportes (porque el ajedrez es oficialmente un
deporte, aunque también hay quien dice que es un arte o una ciencia):
básicamente Gambito de dama es Rocky (John G. Avildsen, 1976)
pero en lugar de boxear la protagonista juega ajedrez (y el hecho de que sea
mujer suma puntos a su favor, pues el ajedrez siempre ha estado dominado por
los hombres).
La carrera de Beth
Harmon se ubica en los años 60 porque fue la época en la que estaban activos
ajedrecistas de renombre internacional como Robert Fischer, Boris Spassky y
Anatoly Karpov, en quienes se basó el autor de la novela, Walter Tevis, para
crear a su personaje. En los años 60, 70 y 80 era común leer en la prensa
acerca de las partidas de estos maestros del ajedrez, pero, al parecer, el fin
de la guerra fría, que fue trasladada al ajedrez cuando Fischer enfrentó a
Spassky, fue también el fin del interés internacional por los torneos de este
deporte. En todo caso, la época en la que se ubica la serie les permitió a los
departamentos de arte, vestuario y maquillaje lucirse en esta obra. El hecho de
que todo esté bien en Gambito de dama implica que la dirección es
estupenda, y las excelentes actuaciones de todos los participantes, aunque por
supuesto sobresale Anya Taylor-Joy, lo confirma. La música, de Carlos Rafael
Rivera, es una verdadera delicia, pero quizá el área que predomina es la
edición, gracias a la cual, entre otras cosas, los espectadores disfrutamos
tanto de unas partidas de ajedrez que en realidad no comprendemos.
Vale la pena apuntar
que Walter Tevis, el autor de la novela (nacido en 1928 y fallecido en 1984),
escribió varias obras que fueron adaptadas al cine y tuvieron éxito, como The
Hustler, de 1959. La versión fílmica, de 1961, tiene el mismo título,
aunque en México se llamó El audaz, fue dirigida por Robert Rossen y el
papel protagónico lo interpretó Paul Newman; la adaptación de la novela de 1963
The Man Who Fell to Earth fue estrenada con el mismo título en 1976 (en
México El hombre que cayó a la Tierra), y fue dirigida por Nicolas Roeg
e interpretada por David Bowie; y la novela The Color of Money, de 1984
(que es la continuación de The Hustler), fue llevada al cine en 1986,
con el mismo título (en México El color del dinero), bajo la dirección
de Martin Scorsese, con las actuaciones de Paul Newman y Tom Cruise. La novela The
Queen's Gambit se publicó en 1983, y hubo varios intentos por adaptarla al
cine, aunque no fue sino hasta ahora, en 2020, que Netflix y Scott Frank lograron
producir esta exitosa versión, 36 años después de la muerte del autor.
¿Por qué ha gustado
tanto Gambito de dama? Porque está muy bien escrita y realizada, porque
visual y auditivamente es deslumbrante (si es posible deslumbrar el oído),
porque las actuaciones son estupendas, porque la interpretación de Anya
Taylor-Joy en este papel es verdaderamente hipnótica, porque los personajes
están muy bien desarrollados en los guiones, tienen capas, profundidad
psicológica, ninguno es la bondad ni la maldad absolutas, son realistas, tienen
virtudes y defectos y son comprensibles y, ante todo, porque, como ya apunté,
es una historia típica del subgénero deportivo, en el que la protagonista, por
sí misma, gracias a sí misma, vence todos los obstáculos que le ha puesto la
vida, destaca, es una ganadora, vence a los mejores y de paso se hace famosa.
Es rebelde y autónoma, y logra ser admirada incluso por sus adversarios
deportivos. Es decir, es la protagonista con la que los espectadores nos
identificamos de manera ideal, hace lo que todos quisiéramos hacer, le sucede
lo que todos quisiéramos que nos sucediera, y logra lo que todos quisiéramos
lograr. Rocky en su momento tuvo un éxito comparable.
Fue filmada en
Berlín, de septiembre a diciembre de 2019.
. . . . . . . . . . .
. . . .
* Todas las imágenes
que acompañan esta entrada son propiedad de Flitcraft, Wonderful Films, Netflix
Gambito de dama (The Queen's Gambit)
Producción: Flitcraft, Wonderful
Films, Netflix
Dirección: Scott Frank
Guiones: Scott
Frank y Allan Scott, basados en la novela homónima de Walter Tevis
Fotografía: Steven Meizler
Música: Carlos Rafael Rivera
Edición: Michelle Tesoro
Diseño de producción: Uli Hanisch
Dirección de arte:
Kai Koch, Brendan Smith, Daniel Chour, Thorsten Klein
Vestuario: Gabriele Binder
Con: Anya Taylor-Joy (Beth Harmon), Chloe Pirrie
(Alice Harmon), Bill Camp (Sr. Shaibel), Marielle Heller (Alma Wheatley), Marcin
Dorocinski (Vasily Borgov), Thomas Brodie-Sangster (Benny Watts), Moses Ingram
(Jolene), Harry Melling (Harry Beltik), Isla Johnston (Beth Harmon de niña),
Dolores Carbonari (Margaret), entre muchos otros.
Género: Drama
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Año: 2020
Duración: Aproximadamente 55 minutos cada episodio.
Duración total: 393 minutos
Episodios: 7
Está en Netflix
Netflix, Working Title Films |
Rebeca
Película
(Rebecca, Reino Unido, Estados Unidos,
2020)
de Ben Wheatley
Jesús Guerra
Una joven inglesa
(Lily James) trabaja como dama de compañía para la insoportable señora Van
Hopper (deliciosamente insoportable, hay que decirlo, gracias a la
interpretación de Ann Dowd) la cual pasa sus vacaciones en Monte Carlo. La
acción transcurre a fines de los años 30. La señora Van Hopper ha visto que
Maxim de Winter (Armie Hammer) es también huésped del hotel y le ordena a su acompañante
que le pida al jefe de meseros que la siente al lado del señor De Winter en la
cena, para «entretenerlo», pues debe de seguir tristísimo debido a que enviudó
un año atrás. ¿Y quién es el señor De Winter? El dueño de Manderley, una
mansión de ensueño en Inglaterra. La joven hace lo que su patrona le ordena,
pero no logra su objetivo, lo que sí logra es cautivar a Maxim. La joven y
Maxim pasan, entonces, varios días paseando y comiendo juntos, gracias a una
oportuna enfermedad de la señora Van Hopper, hasta que ésta decide irse a Nueva
York y le ordena a su dama de compañía que prepare sus maletas pues se marchan
a la mañana siguiente.
La chica, en la
mañana, le avisa a Maxim de lo que va a suceder y éste le pide que se vaya con
él a Manderley. Y juntos le dan la noticia a la expatrona Van Hopper, la cual los
felicita con una enorme y falsa sonrisa, muerta de envidia. Hasta aquí, la
cinta se ha desarrollado más o menos como una comedia romántica. A partir de la
llegada a la asombrosa Manderley, la obra se convierte, ahora sí, en un drama
de misterio, dominado por una villana de antología, la señora Danvers (una
estupenda Kristin Scott Thomas) y por la sombra larguísima y densa de Rebecca,
la esposa fallecida de Maxim. La lucha de la nueva señora De Winter es,
entonces, contra un fantasma, un fantasma que se encuentra en la mente de
cuantos conocieron a Rebecca, al parecer, una mujer perfecta.
Y la lucha que ha
tenido que entablar esta nueva adaptación de la novela homónima de Daphne Du
Maurier ha sido con su propia Rebecca, es decir, con la exitosísima
película de 1940 de Alfred Hitchcock (a pesar de que ha habido numerosas
adaptaciones posteriores, para cine, televisión, teatro y radio). El fantasma
de la Rebecca de Hitchcock habita también en la mente de muchos críticos
que de inmediato han atacado la nueva adaptación, algunos con profunda saña. A
mí, en cambio, esta nueva versión de Netflix, dirigida por Ben Wheatley, me ha
gustado, en términos generales. No es perfecta, por supuesto, creo que tiene
algunos problemas de ritmo y de atmósfera, aunque me parece bien contada, y
tiene un final agregado que no termina de convencerme.
Sin entrar en
detalles, para no arruinarles la experiencia a quienes no hayan visto ninguna
de estas dos adaptaciones ni hayan leído la novela, puedo decirles que la cinta
de Hitchcock tuvo que hacer un cambio importante en la parte final de la
película, en uno de los puntos clave, debido al tristemente célebre Código
Hays, o Código para la Producción de Películas que estuvo vigente de 1934 a
1968 en los Estados Unidos, el cual servía de guía para la autocensura de la
industria cinematográfica norteamericana, para evitarse problemas con la ley,
como prohibiciones de exhibición o juicios por faltas a la moral. El cine es un
medio mucho más masivo que los libros, así que la novela no tuvo ningún
problema a pesar de haber sido un bestseller, y hasta se ganó el
National Book Award en los Estados Unidos en 1938 (aunque la autora era
inglesa). La nueva versión (que no se asume, por supuesto, como un remake
de la cinta de Hitchcock, sino como una nueva adaptación de la novela) cuenta
esa escena fundamental como está en la novela, pero a cambio hace otros cambios
en la parte final, que tampoco me convencen, para darle mayor importancia al
papel que juega la protagonista en esa sección de la cinta. Tienen sentido si
suponemos que tanto los guionistas como el realizador estaban pensando en los
espectadores (y sobre todo en las espectadoras) de las nuevas generaciones, que
muy probablemente no han visto la película de Hitchcock ni han leído la novela
(ni les interesa hacerlo), pero no es del todo coherente con la personalidad de
la nueva señora De Winter (que, dicho sea de paso, su nombre nunca es
mencionado, en ninguna de las dos adaptaciones ni en la novela, como contraste
con las constantes menciones a Rebecca).
Lily James interpreta
bastante bien su papel, y de hecho tal vez concuerde mejor con la idea de la novela,
una chica pequeña, frágil, ingenua, buena, guapa pero insegura, que es
vapuleada por la siniestra señora Danvers y por las circunstancias en que se
encuentra, intimidada por la estatura social de su marido, de su familia, de la
mansión en que vive y del fantasma de Rebecca, pero a la hora de compararla con
Joan Fontaine (los que la comparamos, claro) pues no sale muy bien librada.
Armie Hammer ha sido criticado por no verse lo suficientemente inglés, pero en
mi opinión (todo es cuestión de perspectivas) en esta versión Maxim es más
cálido, más cercano, más vulnerable, más «real», por lo menos para nuestro tiempo;
la interpretación de Laurence Olivier tal vez era más cercana al comportamiento
inglés, sobre todo en esa época, pero desde nuestros días se ve demasiado
lejano y desinteresado.
Los decorados, las
locaciones, la fotografía, la iluminación, las paletas de colores de cada
escena, los vestuarios, son estupendos. Y la música, muy sutil durante la mayor
parte de la cinta, es interesantísima, algo extraña y muy bella, a pesar de que
para una buena parte de los espectadores pasará desapercibida. Lo que esta
cinta definitivamente no logra es la atmósfera claustrofóbica y siniestra de la
cinta de Hitchcock.
En el sitio IMDb,
cuyos usuarios tienden a ser implacables, la Rebecca de Hitchcock tiene
una calificación de 8.1 / 10 (a pesar de ser de Hitchcock y a pesar de que tuvo
en su momento 11 nominaciones a los Óscares, de los cuales se ganó dos: Mejor
Fotografía y Mejor Película), y en Metascore tiene una calificación de 86 /
100. En cambio, la Rebecca de Ben Wheatley tiene 6 / 100 en IMDb y 46 /
100 en Metascore, lo cual, la verdad, me parece injusto. Pero eso nos muestra,
entre otras cosas, la enorme fuerza que ejerce aún la sombra de la cinta de
1940, el fantasma de la Rebecca de Hitchcock.
. . . . . . . . . . .
. . . .
* Todas las imágenes
que acompañan esta entrada son propiedad de Netflix y Working Title Films
Rebecca
Producción: Netflix, Working Title
Films
Dirección: Ben Wheatley
Guion: Jane Goldman, Joe Shrapnel, basado en la novela
homónima de Daphne Du Maurier
Fotografía: Laurie Rose
Música: Clint Mansell
Edición: Jonathan Amos
Diseño de producción: Sarah Greenwood
Dirección de arte: Will Coubrough, Nick
Gottschalk, Louise Lannen, Will Newton
Vestuario: Julian Day
Con: Lily James (Señora de Winter), Ann Dowd (Señora Van
Hopper), Armie Hammer (Maxim de Winter), Kristin Scott Thomas (Señora Danvers),
Tom Goodman-Hill (Frank Crawley), Sam Riley (Jack Favell), entre otros.
Género: Drama, misterio
País: Reino Unido, Estados Unidos
Idioma: Inglés
Año: 2020
Duración: 121 minutos
Está en Netflix
FX, Brad Falchuk Teley-Vision, Ryan Murphy Productions, 20th Century Fox Television |
American Horror Story: 1984
Serie de TV
(American Horror Story: 1984.
Estados Unidos, 2019)
Creadores: Ryan Murphy y Brad Falchuk
Novena temporada
Jesús Guerra
Es octubre, el mes
(en la cultura pop) de ver, escuchar y leer historias de terror (como si el
2020 no hubiera sido suficiente), sobre todo argumentos y representaciones de
terror camp (podemos leer en Wikipedia: «El camp en cualquiera de sus
formatos artísticos se caracteriza por el énfasis a la ostentosidad y la
exageración en las situaciones. En ocasiones sus atributos clave suelen
relacionarse con la artificialidad, la frivolidad, su carácter artístico
popular, su poca profundidad artística y el exceso de elementos que conforman
su distinguido tono alegórico. El camp se define por la ridiculización de la
dignificación social y la cultura masiva, instalándose como una contracultura a
la cultura tradicional que pretendía hacer inaceptable a la cultura popular
dignificada. El camp es un tipo de corriente artística de poca seriedad, de
intenciones y resultados discordantes; definida en belleza por su evidente
fealdad y mal gusto», esto a partir del clásico ensayo de Susan Sontag sobre el
tema), y qué mejor muestra que la novena temporada, titulada 1984 (sí,
como la novela de Orwell), de la imprescindible serie American Horror Story (que
fue transmitida por cable por FX en 2019 y fue recientemente añadida al resto
de las temporadas en Amazon Prime).
Los fans lo saben perfectamente,
pero quienes nunca hayan visto esta serie (no tienen ni idea de lo que se han
perdido), cada temporada narra una historia diferente y, al mismo tiempo, es un
homenaje a un subgénero del terror. La temporada nueve es un homenaje a las
películas de la época dorada (los años 80) del subgénero del terror denominado slasher
(los ejemplos más célebres son Halloween [John Carpenter, 1978], Viernes
13 [Sean S. Cunningham, 1980], y Pesadilla en la calle del infierno
[A Nightmare on Elm Street, Wes Craven, 1984], las cuales tienen
diversas continuaciones y remakes) y ya en sí mismas son camp.
Sin embargo, Susan
Sontag señaló que el camp consciente de serlo no es tan camp, el verdadero camp
es involuntario. AHS: 1984 es hiperconsciente así que este metacamp está
más cerca de la parodia (más que las anteriores temporadas de esta serie), pero
lo que le da vida propia es el hecho de que no sólo contiene todos los
elementos clave de los slasher clásicos, sino que les da la vuelta y les agrega
elementos hasta una casi absurda y deliciosa exageración (como lo ha hecho en
las ocho temporadas anteriores con sus propios subgéneros homenajeados), porque
AHS es como el rococó del terror. En esta temporada, no sólo está
concentrado el slasher sino que también está condensada la década de los 80,
desde la perspectiva juvenil (a diferencia, por ejemplo, de la serie Stranger
Things, en la cual dicha década es vista desde la infancia).
Los escenarios
típicos del slasher son los lugares conocidos, familiares, supuestamente
seguros, los hogares de los suburbios, los autocinemas, la frontera entre la
ciudad y el bosque y los campamentos de verano. Ya Wes Craven realizó su propia
parodia del slasher (Scream, 1996, que tuvo su propia saga y relanzó el
género), ubicada en los suburbios, AHS: 1984, por lo tanto, ubica su
trama en un camping. Un grupo de jóvenes, entrenadores y clientes de clases de
aeróbics (por supuesto), son contratados como supervisores de un campamento
llamado Redwood. El motivo de algunos de ellos para aceptar el trabajo es alejarse
de Los Angeles durante el verano, por miedo, debido a los crímenes de un nuevo
asesino en serie que aterroriza a la ciudad, al que la prensa bautizó como
Night Stalker (el asesino es real, Richard Ramírez y, en efecto, estuvo activo
en 1984). Al llegar a su centro de trabajo veraniego se enteran de que Redwood estuvo
cerrado pues 14 años atrás hubo una masacre, y el asesino, conocido como Mr.
Jingles, está recluido en un hospital psiquiátrico... es decir, hasta que,
evidentemente, Mr. Jingles escapa.
En los primeros
capítulos de esta temporada, AHS sigue, paso a paso, todos los clichés del
slasher, lo cual es divertido por un tiempo, pero justo cuando nos empezamos a
preguntar cómo le hará la serie para no quedarse dando vueltas sobre sí misma
en una constante repetición, el argumento toma giros inesperados, que además se
acumulan, y nos muestra, como lo hace siempre esta obra, que las cosas nunca
son lo que parecen, y que, por supuesto, pueden ser mucho más extrañas de lo
que creíamos.
AHS: 1984 va de menos a más y tiene un muy buen final. De
hecho, debo confesar que los finales de todas las temporadas de esta serie me
gustan muchísimo. Ahora bien, quizá porque esta temporada es ya la novena,
quizá porque las cintas slasher son las que menos me interesan del terror, tal
vez porque en ésta no aparecen dos de los actores más importantes de AHS:
Evan Peters y Sarah Paulson (ella estaba filmando Ratched), o tal vez
porque es la más abiertamente paródica de todas, 1984 es la que menos me
gusta de las temporadas existentes (aún vienen por lo menos cuatro temporadas
más) y, sin embargo, me gusta. Así que pueden imaginar cuánto me gustan las
anteriores (las cuales iré comentando en entradas futuras).
La temporada 10, que
debió estrenarse en 2020 tuvo que suspender su producción debido a la pandemia,
así que se pospuso para el año próximo, y ya están contratadas la 11, la 12 y
la 13.
. . . . . . . . . . .
. . . .
* Todas las imágenes
que acompañan esta entrada son propiedad de FX Network, Brad Falchuk
Teley-Vision, Ryan Murphy Productions, 20th Century Fox Television
American Horror Story: 1984 (AHS: 1984)
Producción: FX Network (presents),
Brad Falchuk Teley-Vision, Ryan Murphy Productions, 20th Century Fox Television
Dirección: Bradley Buecker, John J.
Gray, Mary Wigmore, Jennifer Lynch, Gwyneth Horder-Payton, Loni Peristere, Liz
Friedlander,
Guiones: Ryan Murphy & Brad Falchuk, Tim Minear, James
Wong, Jay Beattie, Dan Dworkin, John Gray, Adam Penn, Crystal Liu
Fotografía: Gavin Kelly
Música: Mac Quayle
Edición: Ken Ramos, Danielle Wang, Erick Fefferman, Tom Kipley,
Franzis Muller, Jared Siess, Peggy Tachdjian
Diseño de producción: Chloe Arbiture
Dirección de arte:
Jonathan Bell
Con: Emma Roberts (Brooke Thompson), Billie Lourd
(Montana Duke), Leslie Grossman (Margaret Booth), Cody Fern (Xavier Plympton),
Matthew Morrison (Trevor Kirchner), Gus Kenworthy (Chet Clancy), John Carroll
Lynch (Benjamin Richter / Sr. Jingles), Angelica Ross (Donna Chambers), Zach
Villa (Richard Ramirez), Finn Wittrock (Bobby Richter), entre otros.
Género: Drama, terror, thriller
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Año: 2019
Duración: Entre 38 y 50 minutos cada episodio
Episodios: 9
Está en Amazon Prime
Legendary Entertainment, PCMA Productions, Netflix |
Enola Holmes
Película
(Enola Holmes, Reino Unido, 2020)
de Harry Bradbeer
Jesús Guerra
Inglaterra, 1880 y
tantos. Enola (Millie Bobby Brown), de 15 años, y su madre, Eudoria (Helena
Bonham Carter), se llevan de maravilla. El padre de Enola murió cuando ella era
una niña, y sus hermanos mayores, Mycroft (Sam Claflin) y Sherlock (Henry
Cavill), hace años que viven en Londres y no han regresado a la casa familiar.
Eudoria, una mujer que para su época era vista como especial, o francamente
extravagante, según el punto de vista, se encargó de la educación de su hija, y
así como la hizo leer una gran cantidad de libros y la enseñó a dibujar,
también la instruyó en artes marciales y desciframiento de algunos códigos. Lo
que Eudoria quería era que Enola fuera autónoma y que encontrara su propia
identidad, lo cual, en ese tiempo, en el caso de las mujeres, era casi una
herejía.
La que nos cuenta la
historia es la propia Enola, en varias ocasiones mirando directamente a la
cámara (es decir, hacia los espectadores). Enola es feliz pero la mañana en que
cumple 16 años no encuentra a su madre en la casa. La sirvienta le entrega el
regalo de cumpleaños que le dejó Eudoria, una caja con varios objetos que Enola
sabe que deben contener pistas para que Enola la encuentre.
Tan pronto se enteran
de la desaparición de su madre, Mycroft y Sherlock se presentan en la casa
familiar. Mycroft, bastante pedante y autoritario, se asombra del estado de la
casa, que considera excesivamente descuidada, y, sobre todo, de su hermana, a
la que considera casi una salvaje. Sherlock, un tanto sorprendido, se mantiene
emocionalmente alejado. Mycroft, al faltar su madre, pasa a ser el tutor de su
hermana, y de inmediato da instrucciones para que Enola vaya a estudiar a una
institución privada, a cargo de la señorita Harrison (Fiona Shaw, a quien tan
bien le van estos papeles de mujer afectada, rígida y dictatorial; ella
interpretó a Petunia Dursley, la tía desalmada de Harry Potter). Ante esa
situación, y dado que Sherlock se niega a intervenir para salvarla, Enola
decide escaparse para buscar a su madre, es decir, para realizar la
investigación que la conduzca hasta ella, siguiendo, de esta manera, los pasos
de su hermano Sherlock, quien para esos momentos es ya un detective famoso.
Enola toma un tren
hacia Londres y en el tren mismo, de manera accidental, se ve envuelta en los
problemas de un joven marqués que también está huyendo de su casa, pero él, por
su rango, es buscado por la policía y perseguido por un tipo sospechoso. Este
asunto, por supuesto, le complica las cosas a Enola y la obliga a realizar dos
investigaciones simultáneas.
Esta cinta está
basada en la primera novela (The Case of the Missing Marquess, publicada
en inglés en 2006, y en español en 2010 como El misterio del Marqués
desaparecido) de la serie Enola Holmes, de la escritora estadounidense
Nancy Springer, serie que contiene seis novelas, de las cuales sólo tres han
sido traducidas al español.
El argumento y su
tratamiento en general me gustan bastante, aunque es cierto que tiene algunos
problemas que, como no he leído la novela, no sé si son del libro o de la
adaptación. He leído algunas críticas que atacan a esta película por la
simplicidad de algunas partes de la investigación de Enola, y también por el
trato más bien obvio de algunos temas, como el feminismo, no sólo de Eudoria
sino de la cinta en general. Sin embargo, hay que tener en cuenta que tanto la
novela como la película son obras dirigidas a los adolescentes, así que no
puede ser excesivamente compleja ni sutil.
Me gusta la dirección
de esta cinta, a cargo de Harry Bradbeer, un realizador que tiene 25 años
trabajando para series de televisión, me gusta el tono y la agilidad que le ha
dado a Enola Holmes, y su labor con los actores, todos estupendos, aunque
sobresale, por supuesto, Millie Bobby Brown (la chica misteriosa de la serie Stranger
Things), dueña de un carisma asombroso, quien carga sobre sus hombros con
el peso de la película entera.
Me gustan muchísimo
una serie de elementos utilizados, en edición, por ejemplo, como los carteles
de cine mudo que se corrigen según la narración, que junto con los momentos en
que Enola se dirige directamente a la cámara, logran establecer un tono juguetón
y una complicidad con los espectadores que se mantiene a lo largo de toda la
obra; y me gustan mucho, también, la escenografía, la ambientación y algunos
recursos gráficos como los utilizados en la primera parte de los créditos
finales (un teatro para niños, con figuras de papel).
La música de esta película,
compuesta por Daniel Pemberton, es, en términos generales, maravillosa, alegre
y llena de energía, aunque, hay que reconocerlo, en algunos momentos es un poco
demasiado dulce.
Si los
preadolescentes y adolescentes de hoy no saben quién es Sherlock Holmes, la
película podría estar en problemas, aunque, por otra parte, podría ser el
instrumento para que lo conozcan y, por lo menos algunos de ellos, se interesen
en él. A los adultos que conocemos al personaje, y en particular a los que les
(nos) gusta, podría llegar a incomodarlos el hecho de que el llamado mejor
detective de la literatura policiaca tenga un papel tan pequeño —aunque no
precisamente insignificante, al final nos damos cuenta de que sí ha trabajado,
aunque tras bambalinas—, y, desde el punto de vista cinematográfico, lo curioso
es que esté interpretado por Henry Cavill, un actor de moda que bien puede
verse, casi, como un desperdicio.
Mycroft es siempre un
misterio. En las obras de Conan Doyle aparece muy poco; en algunas adaptaciones
es presentado como un hombre tan inteligente como su hermano, pero más
ambicioso e interesado en otras cosas, como la política; en otras versiones es
casi tan brillante como Sherlock, aunque no llega a su nivel, y en Enola
Holmes nos lo muestran como autoritario pero ingenuo. Eudoria, por su
parte, es harina de otro costal, un personaje sumamente interesante y
misterioso. Y Enola es un personaje formidable al que me gustaría ver en otras
películas. ¿Se adaptarán las otras novelas? Todo depende de qué tan bien le
vaya a esta película... Me parece una obra muy disfrutable, con todo y que se
le tambalea el ritmo en el segundo acto, y mi recomendación es que la vea
cuanto antes.
. . . . . . . . . . .
. . . .
* Todas las imágenes
que acompañan esta entrada son propiedad de Legendary
Entertainment, PCMA Productions, Netflix
Enola Holmes
Producción: Legendary Entertainment, PCMA Productions, Netflix
Dirección: Harry Bradbeer
Guion: Jack Thorne, basado en la primera novela de la
serie Enola Holmes, El caso del marqués desaparecido, de Nancy Springer
Fotografía: Giles Nuttgens
Música: Daniel Pemberton
Edición: Adam Bosman
Diseño de producción: Michael Carlin
Dirección de arte: Belinda Cusmano, Martin Hitchcock, Choi Ho Man,
Andrew Munro, Ashley Winter
Escenografía: Lisa Chugg
Vestuario: Consolata Boyle
Con: Millie Bobby Brown (Enola Holmes), Henry Cavill (Sherlock Holmes), Sam Claflin (Mycroft Holmes), Helena Bonham Carter (Eudoria Holmes), Louis Partridge (Tewkesbury), Burn Gorman (Linthorn), Adeel Akhtar (Lestrade), Susan Wokoma (Edith), Hattie Morahan (Lady Tewkesbury), Frances de la Tour (la viuda), Claire Rushbrook (la señora Lane), Fiona Shaw (la señorita Harrison), entre otros.
Género: Aventura, misterio, drama, crimen
País: Reino Unido
Idioma: Inglés
Año: 2020
Duración: 123 minutos
Está en Netflix
6th & Idaho Productions, True Jack Productions, Universal Television, Netflix |
Lejos
Serie de TV
(Away, Estados Unidos, 2020)
Creador: Andrew Hinderaker
Primera temporada
Jesús Guerra
En un futuro
relativamente próximo, en el que todo se ve exactamente igual a como se ve hoy
en día, una misión internacional tripulada a Marte está a punto de despegar.
Participan los Estados Unidos, Rusia, China, La India y el Reino Unido, aunque
dejan claro en los primeros minutos del primer episodio que son los Estados
Unidos los que han contribuido más en lo económico, y tal vez en lo técnico,
así que el Centro de Control y el despegue se lleva a cabo en EEUU; los tripulantes,
por lo tanto, son un ruso (Misha Popov, interpretado por Mark Ivanir), un indio
(de la India, por supuesto; Ram Arya: Ray Panthaki), una china (Dr. Lu Wang:
Vivian Wu), un africano nacionalizado inglés (Dr. Kwesi Weisberg-Abban: Ato
Essandoh) y una norteamericana (Emma Green: Hilary Swank). Obviamente, la
comandante es la norteamericana. Viajarán de la Tierra a la Luna y desde allá
se realizará el despegue a Marte.
Hasta aquí todo suena
muy bien. Un drama de ciencia-ficción... pero muy pronto nos damos cuenta de
que no es así. Sí hay un viaje a Marte, sí hay escenas en la Luna, en el
interior de la nave que lleva a los primeros tripulantes humanos al planeta
rojo, hay incluso escenas en el espacio pues, por supuesto, hay un fallo
técnico que sólo se puede resolver en lo que los astronautas llaman «una
caminata espacial». Cada capítulo tiene una crisis en la nave, que no sólo
obliga a los astronautas a trabajar como locos y a hacer cosas para las que no
están entrenados, sino que lleva la política terrícola al viaje: hay momentos
(previsibles y, la verdad, más bien molestos) en los que la china y el ruso se
ponen en contra de la comandante estadounidense, pero luego el equilibrio se
reestablece, cuando aparece la siguiente crisis, etc. Evidentemente les pasa de
todo, o casi.
El problema de esta
serie, por lo menos para mí, es que está demasiado ligada a la Tierra... Me
explico. Es evidente que todos los tripulantes tienen familia, amigos,
relaciones, esposos o amantes en la Tierra, y que los quieren y los extrañan, es
lógico que todos tengan problemas y traumas, culpas y nostalgias, que vamos
viendo en flashbacks, y es más o menos lógico que la comandante sea el
personaje central, cuya vida ocupa la mayor parte del tiempo en pantalla, pero
¿es necesario que veamos la amistad y luego el noviazgo de la hija de la
comandante? Bueno, en esta serie al parecer sí es necesario, y eso se debe a
que no estamos viendo, en realidad, un drama de ciencia-ficción, sino un
melodrama familiar muy gringo en el cual, además, hay un viaje a Marte y la
mamá de la chica es la comandante. Podría haber sido la comandante (si es que
hay) de un submarino nuclear en una crisis militar, o, cambiando los roles, el
marido podría ser quien estuviera «lejos» porque era el maquinista de un tren
en 1890... aquí lo que importa, el mismo título lo dice, es que uno de los
padres, en este caso la madre, está lejos (y no puede regresar de inmediato) mientras
suceden una serie de crisis familiares. Y como eso es lo que importa, la
lejanía, la separación, la familia, el género no podía ser otro que el
melodrama, con todas sus manipulaciones sentimentales.
A quien disfrute este
género, Lejos le gustará, todos los elementos están presentes. Y,
obviamente, la serie está bien hecha. En términos generales está bien dirigida,
bien producida, más o menos bien escrita y, sobre todo, tiene buenas
actuaciones (aunque sin exagerar, nadie se va a ganar un premio por esta
serie). Hilary Swank se ganó dos Oscares (por Boys Don't Cry [Kimberly
Peirce, 1999] y por Million Dollar Baby [Clint Eastwood, 2004]; Vivian
Wu ha aparecido en una gran cantidad de películas y series de TV, tanto
estadounidenses como chinas [por cierto, ella es la jovencita sobre cuya piel
escribía alegremente Ewan McGregor en El libro de cabecera [The
Pillow Book, Peter Greenaway, 1996]; a Ray Panthaki lo hemos visto
recientemente en la serie inglesa Marcella; a Ato Essandoh lo hemos
visto, también hace poco, en la serie Altered Carbon; a Mark Ivanir lo
hemos visto en una gran cantidad de pequeños y medianos papeles en series como CSI:
Miami, Fringe, Nikita, The Blacklist, Blindspot,
Homeland, American Horror Story, entre otras, y lo mismo sucede
con una buena parte del resto del reparto, son actores sólidos.
El caso más extraño
es el del creador de Away, Andrew Hinderaker, quien formó parte del
staff de guionistas de la interesantísima y estupenda serie Penny Dreadful (2014-2016).
¿Qué hace escribiendo melodramas? Para colmo, se toma 10 episodios de entre 44
y 57 minutos (el total es de 499 minutos, es decir ocho horas y 19 minutos) en
contarnos una historia que pudo habernos contado en una película de hora y
media.
La temporada termina
en un punto interesante que muy bien podría ser el final (y para esta historia
es un buen final). En el sitio IMDb la calificación de los usuarios es de 6.6/10,
o sea, no particularmente generosa. Si el plan del creador de la serie para la
siguiente temporada es mantener el mismo tono y las mismas características, no
creo que le den luz verde.
. . . . . . . . . . .
. . . .
* Todas las imágenes
que acompañan esta entrada son propiedad de 6th & Idaho Productions, True
Jack Productions, Universal Television, Netflix
Lejos (Away)
Producción: 6th & Idaho Productions, True Jack
Productions, Universal Television
Dirección: David Boyd (2 episodios), Charlotte Brändström
(2), Bronwen Hughes (2), Jeffrey Reiner (2), Jet Wilkinson (1), Edward Zwick
(1)
Guiones: Andrew Hinderaker, Aditi Brennan Kapil, Chris
Jones, Jessica Goldberg, Ellen Fairey, Jason Katims, Janine Nabers
Fotografía: Brian Pearson, David Boyd, Timothy A. Burton
Música: Will Bates
Edición: Peter Forslund, Dana Gasparine, Phillip J.
McLaughlin, Angela M. Catanzaro
Diseño de producción: David Sandefur
Dirección de arte:
Craig Humphries, Callum Webster
Con: Hilary Swank (Emma Green), Josh Charles (Matt
Logan), Vivian Wu (Dr. Lu Wang), Mark Ivanir (Misha Popov), Ray Panthaki (Ram
Arya), Ato Essandoh (Dr. Kwesi Weisberg-Abban), Talitha Eliana Bateman (Alexis
Logan), Monique Gabriela Curnen (Melissa Ramirez), Adam Irigoyen (Isaac
Rodriguez), Felicia Patti (Cassie Ramirez), Gabrielle Rose (Darlene Cole),
Fiona Fu (Li Jun), entre otros.
Género: Drama, romance, ciencia-ficción
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Año: 2020
Duración: Entre 44 y 57 minutos cada episodio
Episodios: 10
Está en Netflix